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El euro finaliza el 2003 en el nivel más alto de su historia

Por Paula Escalada MedranoTiempo de lectura2 min
Economía03-01-2004

Nada que ver tiene la situación actual euro/dólar con la de comienzos de año. Por aquel entonces, los principales países de la eurozona se encontraban en crisis económica, mientras que los Estados Unidos registraban buenos datos y mejores expectativas de futuro.

Pero todo cambió a partir del tercer trimestre del año de modo que no sólo no se alcanzó la supuesta paridad a la que se iban acercando las dos economías, sino que la situación dio un giro total de 180 grados. Los Estados Unidos (EE.UU.) lanzaban en el mes de noviembre un grito de auxilio. Su economía, sumida en un profundo déficit de la balanza comercial, les obligaba a pedir a gritos la necesidad de inversiones de capital extranjero. Con una Alemania boyante, recién salida de su recesión, y una Francia sin ya temor a caer en ella, la economía de la eurozona comenzaba por aquel entonces su recuperación y lanzó los botes salvavidas al otro continente. El euro lo salvó, pues, del hundimiento total, y con ello se fortaleció notablemente. Pero, claro, sabiendo que el euro y el dólar siempre han sido rivales, y que en toda lucha que hay un ganador ha de haber alguien que pierde, el dólar se debilitó estrepitosamente viendo cómo el euro crecía cada vez más hasta alcanzar máximos mensuales, anuales e históricos. El constante miedo paranoico hacia posibles ataques terroristas y la situación de guerra global contra el terrorismo del presidente norteamericano, George Bush, mantiene la desconfianza de los inversores hacia el dólar y dificulta así su recuperación. Además, Bush parece no querer hacer nada para conservar un dólar fuerte, puesto que no se prevé una subida de los tipos de interés, que se encuentran en el uno por ciento, hasta bien entrado el 2004, y subirlos podría ser una solución para la recuperación de la economía norteamericana y, en consecuencia, del dólar. Los expertos pronostican, pues, una continuidad en la superioridad del euro, que puede alcanzar los 1,4 dólares, a lo largo de este recién entrado 2004, y ponen en alerta a los países de la eurozona ya que aunque esta situación a simple vista parezca buena, podría acarrear graves consecuencias económicas mundiales en caso de continuar así. Por ejemplo, países como Alemania, que tienen como principales ingresos los de la exportación a Estados Unidos, se verían en serio peligro con un euro al valor que pronostican los expertos. Además, la alerta es aún mayor, ya que la eurozona necesita una economía estable y fuerte para afrontar la próxima ampliación de la Unión Europea (UE).