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MÚSICA

Viena abre el año con un mensaje de paz

Por Susana FernándezTiempo de lectura1 min
Espectáculos01-01-2004

Un año más, la Sala Dorada de la Musikverein de Viena acogió el Concierto de Año Nuevo, que fue dirigido por el italiano Riccardo Muti e interpretado por la Gran Orquesta Filarmónica de Viena. Las piezas de Johann Strauss padre tuvieron el máximo protagonismo en esta edición.

El Concierto de Año Nuevo, iniciado en 1939, brindó esta vez un homenaje al patriarca y fundador de la dinastía, Johann Strauss, de cuyo nacimiento se conmemora este año el bicentenario. Además de algunas de sus obras, la Filarmónica de Viena interpretó otras de J. Strauss hijo, Joseph Lanner, Eduard y Joseph Strauss, frente a una sala repleta de un público entusiasmado. La satisfacción de éste se puso de máximo manifiesto cuando Muti, como es habitual, les invitó a subrayar con sus palmadas la celebérrima Marcha Radetzky, de J. Strauss padre, que viene cerrando el concierto desde hace años. Aparte de esta popular pieza, se escucharon valses, entre los que no podía faltar El Danubio Azul, de J. Strauss hijo; polkas y galopes, como el Indianer y El Galope de la Cachucha, ambos del progenitor, y éste último con aires andaluces gracias a la utilización de castañuelas. La música de los Strauss, según Muti, expresa tanta melancolía como felicidad; suena fácil y ligera, pero implica un sentimiento de nostalgia y anhelo arraigado en Viena. Muti, director del renombrado concierto por cuarta vez, felicitó a los asistentes el año nuevo, no sin antes expresar su deseo de unión entre todas las naciones en un sentimiento de paz y esperanza, refiriéndose a la actual situación internacional. El martes día 6 sale a la venta un CD que recoge las dos horas y media de duración del Concierto de Año Nuevo de 2004 y que, según el jefe de la Orquesta Filarmónica de Viena, se espera sea un gran éxito.