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IRAQ

Las fuerzas de la coalición capturan a Sadam Husein

Por Salva Martínez MásTiempo de lectura1 min
Internacional14-12-2003

“El tirano es prisionero”, dijo Paul Bremer en la conferencia de prensa convocada para hacer pública la captura del ex presidente iraquí. El arresto de Sadam Husein, el hombre más buscado de Iraq, llegó en el transcurso de una semana casi tan violenta como todas las otras que han sucedido al fin oficial de la guerra.

La operación Amanecer Rojo se desarrolló “sin un sólo disparo”, según informó Ricardo Sánchez, el general que está al cargo de las fuerzas estadounidenses desplegadas en Iraq. Sadam Husein estaba en una cueva de dos metros de profundidad, cerca de una granja de la localidad de Al Daour, al sur de la ciudad que le vio nacer, Tikrit. Estaba armado con dos rifles y una pistola. La contaba con un despliegue de cerca de 600 hombres que sabían que Sadam Husein se escondía en una casa cerca de Tikrit. Así que, a las ocho de la tarde, hora local, el ex presidente iraquí era capturado. Las evidentes carencias de seguridad que presenta el país se manifestaron sólo 40 minutos después de la captura de Sadam: una explosión en una comisaría de Bagdad mataba a 17 personas y hería alrededor de otras 30. Las tropas estadounidenses sufren 10 bajas a la semana, y la captura de Sadam Husein parece que no va a solucionar los problemas de Iraq. De hecho, el lunes pasado el número de soldados estadounidenses muertos ascendía a 193. Pero el número de víctimas estadounidenses no se quedó en esa cifra. El pasado jueves, otro ataque, esta vez suicida, dejaba otro soldado muerto y 14 heridos. Los integrantes de la unidad llamada Al Ghaylania que la periodista de Le monde, Sophie Sihab, entrevistó a principios de este mes decían que su objetivo es “golpear a los ocupantes cada vez más fuerte”. Incluso en los momentos de mayor éxito de la ocupación, como es el de la captura de Sadam, los combatientes contra la coalición logran dicho objetivo. El atentado tras la detención del ex presidente iraquí es un síntoma más de la poca efectividad de las labores de reconstrucción de la seguridad en Iraq.