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REPÚBLICA DOMINICANA

La huelga general se salda con ocho muertos y 20 heridos

Por Ángela González RodríguezTiempo de lectura2 min
Internacional16-11-2003

Fueron 24 horas de huelga general, ocho muertos, veinte heridos. La crisis económica ha rebasado los límites de la Bolsa y ha alcanzado a la población de la República Dominicana.

A pesar de haber sido próspera en el pasado, la República Dominicana ahora sufre una gran inflación que ha desembocado en una crisis bancaria. Además, los constantes cortes en el suministro eléctrico y la devaluación del peso dominicano frente al dólar, no hacen más que agravar la situación. Ante esto, los dominicanos decidieron salir a la calle. A pesar de los esfuerzos de las autoridades, la huelga paralizó al país. Cerraron comercios y escuelas y los autobuses no funcionaron. En los días anteriores, las autoridades arrestaron a cientos de personas acusadas de poseer armas y de planear actividades subversivas durante la huelga. Poco antes, la Coordinadora de Organizaciones Populares, integrada por más de 60 agrupaciones, reiteró su llamamiento a una huelga general de 24 horas para el pasado martes. Por su parte, el Gobierno dominicano advirtió de que actuaría sin contemplaciones ante cualquier alteración del orden, pero Ramón Pérez Figuero, de la Central Nacional de Trabajadores, respondió que "esto no detendrá la huelga". Y así fue. El enfrentamiento entre los numerosos manifestantes y el cuerpo de Policía terminó con siete civiles y un agente fallecidos además de siete policías heridos, alrededor de 60 personas heridas y más de 200 detenidas. El presidente del país, Hipólito Mejía, admitió que "hay razones para la protesta" pero que el Gobierno tiene "problemas que no se pueden controlar, que tienen que ver con factores externos". Los manifestantes, al convocar la huelga al mismo tiempo que el Gobierno tiene previsto reiniciar sus conversaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para un préstamo de 600 millones de dólares, buscaban que el Ejecutivo controle la inflación en los medicamentos y la energía, que se incremente el salario mínimo interprofesional y se mejore el servicio eléctrico. Tras el trágico balance del paro general, el Gobierno retomará las conversaciones con el FMI para conseguir un préstamo de dos años de 600 millones de dólares. Se cree que con este dinero se podría empujar el crecimiento económico después de la caída del principal banco, Baninter, acusado por la Administración de fraude.