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TERRORISMO INTERNACIONAL

La posguerra iraquí continúa cobrándose nuevas víctimas

Fotografía
Por Miguel Martorell Tiempo de lectura2 min
Internacional16-11-2003

El número de víctimas de EE.UU. ha aumentado hasta 278 desde que Bush anunciase el fin de la guerra el 3 de mayo. En total son ya 417 los muertos desde que las tropas estadounidenses entrasen en el país. El atentado contra la sede italiana del miércoles parece un aviso a las fuerzas de la Coalición: la resistencia está extendiendo su radio de acción.

Según un último balance ofrecido por el ministro de Defensa italiano, Antonio Martino, el atentado suicida de Nasiriya causó la muerte de 19 italianos -12 agentes del cuerpo de policía, cinco militares y dos civiles- y de, al menos, nueve iraquíes. El número de carabinieri heridos ascienden casi hasta el centenar, y el balance de muertos podría aumentar dado que quedaron personas atrapadas bajo los escombros. El número de víctimas iraquíes no se ha precisado -fuentes hospitalarias informaron de nueve iraquíes muertos- aunque la cadena de televisión qatarí Al Yazira aseguró que son 30 los civiles muertos en el ataque. Un oficial de policía contaba que la explosión se produjo cuando un camión cisterna, con dos personas a bordo, se estrelló contra la sede italiana. Uno de los suicidas abrió fuego contra los vigilantes del puesto de seguridad antes del impacto, aseguraba la misma fuente. La explosión tuvo lugar en la entrada, y destruyó el 70 por ciento del edificio de tres plantas. El fuego provocado por la explosión afectó a algunos inmuebles cercanos, entre ellos un depósito de municiones, por lo que se produjeron varias explosiones posteriores que no causaron víctimas. Mientras, EE.UU. bombardeaba posiciones de la resistencia iraquí al suroeste de Bagdad en el tercer día de la operación "Martillo de hierro". Un portavoz de la Primera División de la Armada informaba de que cinco objetivos fueron destruidos mediante fuego de mortero en un ataque que se prolongó desde el anochecer del viernes hasta primeras horas de la madrugada. La operación "Martillo de Hierro" pretende detener la escalada de atentados contra las tropas de la Coalición, pero no ha podido evitar que EE.UU. sufriera nuevas bajas en diferentes puntos de Bagdad y otros puntos del país, aumentando el número de bajas de la posguerra en 278. El último descalabro de las tropas de ocupación se produjo en cerca de Mosul durante el pasado fin de semana, cuando 17 soldados estadounidenses murieron, 5 fueron heridos y otro desapareció al estrellarse dos helicópteros “Black Hawk” del Ejército. Al parecer, uno de ellos fue alcanzado por una granada de mortero en el rotor de cola. Tras ser impactado, el helicóptero chocó con otro aparato que viajaba al lado. La operación lanzada en la capital iraquí, se desarrolla en paralelo a la operación "Ciclón", en el norte de Iraq, en torno a las ciudades de Tikrit, Mosul y Baiji. Mientras, en Estambul dos explosiones, producidas por dos coches bomba conducidos por suicidas, han explotado simultáneamente en dos sinagogas de la ciudad. Al menos 23 muertos y más de 240 heridos han dejado las explosiones, sólo dos de ellos eran judíos. La Policía turca ha anunciado el arresto de dos personas presuntamente relacionadas con lo ocurrido.