25º ANIVERSARIO

España rinde homenaje a los ¬padres¬ de la Constitución de 1978

Por Pablo A. Iglesias1 min

España07-10-2003

Han pasado 25 años. El tiempo ha erosionado sus rostros pero mantiene intacto su espíritu democrático. En 1978 gestaron entre los siete una Constitución para la convivencia y la normalización del país. Los padres de aquel documento vital para el futuro de España reciben ahora un homenaje por el "impagable servicio" que prestaron a la patria.

La fotografía ha vuelto a repetirse en el Parador Nacional de Gredos cuando la Carta Magna está a punto de celebrar sus bodas de plata. Gabriel Cisneros, Manuel Fraga, Miguel Herrero de Miñón, Gregorio Peces Barba, José Pérez Llorca y Miquel Roca volvieron a encontrarse el pasado martes en el mismo salón en el que consensuaron las líneas generales de la actual Constitución. Sólo faltó Jordi Solé Turá, aquejado por una enfermedad. Los siete ponentes constitucionales han firmado una declaración en la que exigen "respeto" a los principios establecidos en 1978 como "garantía imprescindible para el futuro" y piden que cualquier posible reforma se lleve a cabo con "idéntico o mayor consenso" que hace un cuarto de siglo. También destacan el "papel insustituible" del rey don Juan Carlos I durante toda la transición. Le consideran "estímulo y motor del cambio" y "garante leal del funcionamiento regular de las instituciones". Los padres de la Constitución lanzaron así un mensaje de advertencia a quienes plantean una modificación de las reglas fundamentales para aumentar la autonomía de las comunidades e incluso facilitar su independencia. Para llevar a cabo cualquier reforma exigen, como mínimo, el mismo consenso político y social que permitió aprobar la Carta Magna hace un cuarto de siglo. La mayoría de ellos creen que hay cosas que mejorar, incluso Manuel Fraga. El presidente fundador del PP, partido que se opone a una reforma constitucional, cree necesario "desdramatizar" dicha posibilidad. Otros, como Solé Turá o Roca, reclaman una reestructuración del Senado para convertirlo en una cámara de verdadera representación territorial.