SALUD
El Día Mundial de la Salud Mental se centra en los adolescentes
Por Alfredo López Zamora
1 min
Sociedad10-10-2003
La identificación, tratamiento y prevención de los trastornos emocionales y conductuales de los niños y adolescentes ha sido el objetivo del Día Mundial de la Salud Mental, que como todos los años se celebra el 10 de octubre. Al igual que el año pasado se ha centrado en la atención de los efectos del trauma y la violencia mental y emocional en los jóvenes.
La campaña del Día Mundial de la Salud Mental para este año incluye información, recursos y acciones que solventarían los problemas conductuales. Pese a que la atención internacional a situaciones emocionales críticas está aumentando, todavía hay mucho trabajo por hacer. Unos 400 millones de personas sufren trastornos en todo el mundo, y éstos repercuten a largo plazo, ya no sólo en la propia persona sino en la economía y en la sociedad en los que se encuentren inmersos. Un elemento clave para el desarrollo o no de problemas psicológicos radica en el entorno familiar y social en el que se mueve el niño durante su infancia. Muchos niños se enfrentan diariamente a discriminaciones y a complicadas tareas como crear amistades y ser integrantes de la sociedad. Según datos de la Federación Mundial para la Salud Mental, el 20 por cien de los jóvenes del mundo sufren alguna anomalía psicológica en las primeras etapas de vida. Esto puede llevar a trastornos mentales a largo plazo que reducirían la seguridad de las futuras sociedades. Desde una perspectiva financiera, el tratamiento temprano de niños y adolescentes puede reducir los costos de la atención en años posteriores así como también los costos sociales, por los comportamientos antisociales que pueden ser resultado del fracaso del tratamiento en la temprana infancia. No todos los niños se encuentran inmersos en una sociedad occidental en la que destaca la comodidad y el exceso de alimentos. Los traslados causados por las guerras, incidencias meteorológicas, el hambre generalizado, tensiones familiares, adversidades económicas y los encargados de la crianza y educación del niño pueden provocar la aparición de desequilibrios psicológicos en el joven, que suponen la tercera causa de muerte entre los jóvenes.