Aznar pide el apoyo de los empresarios vascos ante el Plan Sobernista de Ibarretxe

Por Noelia Hernández Martín2 min

España09-10-2003

El presidente del Gobierno, José María Aznar, demandó a la patronal y los sindicatos vascos que defiendan la Constitución y tomen postura frente al Plan Soberanista del lehendakari, Juan José Ibarretxe.

Aprender de los errores del pasado para obrar en consecuencia en el futuro. Eso es lo que hizo el presidente del Gobierno, José María Aznar, ante la patronal y los sindicatos vascos. Toda reforma constitucional supone inestabilidad y desconcierto. Bien lo supieron, de hecho, los ciudadanos del siglo XIX. José María Aznar, no quiere que se le compare con la monarca decimonómica, Isabel II. De ahí, que el popular recordara ante la Junta Directiva de la CEOE lo sucedido en el siglo XIX, cuando el país "estuvo entretenido en hacer y deshacer constituciones". Esto, según el presidente del Gobierno, “provocó que España no enraizara la actividad económica que sí se desarrolló en otros países". "Y es a eso adonde algunos nos quieren llevar. Y es a eso adonde no nos va a llevar nadie", aseguró refiriéndose a las intenciones que Ibarretxe esconde bajo su ambiguo Plan Sobernista. Aznar destacó la "importancia" de la unidad de mercado en España y pidió a los empresarios vascos que defiendan la Constitución alegando que "cada paso que se dé en la inestabilidad del sistema constitucional pone en peligro a las empresas, los trabajadores y al conjunto de la actividad económica". "Hacer de España una realidad fragmentada es sinónimo de pérdida de oportunidades y éste es el principal riesgo de nuestro país", afirmó Aznar, quien añadió que "no estamos para eso ninguno, no para poner en cuestión los fundamentos de la propia realidad nacional que nos ha permitido avanzar". Lo cierto es que Aznar contó la semana pasada con un apoyo histórico y experto. Los padres de la Constitución, que con motivo de su 25 aniversario, se reunieron en el parador abulense de la sierra de Gredos. Allí, los creadores de la Carta Magna se opusieron a toda reforma de la Constitución que no venga arropada por todos los sectores de la sociedad española, como así ocurre con el polémico plan de Ibarretxe. Respecto a los padres de la Constitución, Aznar aseguró que "los agentes sociales tienen mucho que decir, todos los días, en defensa de un sistema institucional y de unas reglas de convivencia que han hecho posible el avance" registrado por España en este cuarto de siglo.