ELECCIONES 2003
Los españoles siguen confiando en el PP aunque el PSOE recupera apoyo electoral
José Luis Rodríguez Zapatero, en su comparecencia ante los medios de comunicación
Por La Semana1 min
España25-05-2003
La noche electoral fue intensa, tanto como alta la participación de los ciudadanos en los comicios municipales y autonómicos, tres puntos por encima que en 1999. En Madrid, Alberto Ruiz Gallardón superaba el techo de José María Álvarez del Manzano y revalidaba una mayoría absoluta holgada haciéndose con la Alcaldía. En la Comunidad de Madrid, un escaño mantenía la tensión hasta altas horas de la madrugada: el escaño que daría la mayoría absoluta al Partido Popular o a la anunciada coalición entre PSE e IU.
La guerra de Iraq y el fervor de la izquierda movilizada en las manifestaciones no ha repercutido en las urnas como los socialistas hubieran deseado. A pesar de haber aumentado su apoyo electoral, consiguiendo sobre el Partido Popular una ventaja de 300.000 votos en las elecciones municipales, los resultados les sabían a poco. El Partido Popular revalidaba su mayoría en Comunidades como Castilla León, Murcia, Valencia, La Rioja y Murcia, recuperaba Baleares y luchaba hasta última hora la Comunidad de Madrid. Revalidaba mayoría absoluta en la ciudad de Toledo, Valencia y Vitoria y recuperaba plazas emblemáticas como Burgos. Más que por la guerra de Iraq, el PP ha sido castigado por el Plan Hidrológico Nacional y por el Prestige, y ha perdido espacio electoral en Aragón y Galicia en favor del PSOE y de partidos regionales de ambas comunidades Autónomas. Aunque el PSOE haya conseguido mayoría en Aragón, deberá pactar para gobernar, y lo mismo sucede en Asturias. El PSOE mantiene Extremadura y Castilla La Mancha, pero pierde escaños en el Ayuntamiento de Barcelona en favor del Partido Popular. Los efectos de la ilegalización de ETA y de su brazo político en las municipales vascas ha beneficiado al Partido Nacionalista Vasco. Aun así, el socialista Odón Elorza mantiene su mayoría –10 escaños–, aunque insuficiente para gobernar en solitario. Que pacte con el PNV o con el Partido Popular será decisivo para tomar el pulso a un Partido Socialista que aún no ha definido los criterios de sus pactos en esta comunidad, así como la capacidad del secretario general para imponerse a los elementos díscolos.