Bremer disuelve el Ejército iraquí y anuncia la creación de uno nuevo

Por Vicente García Gandía2 min

Internacional25-05-2003

El administrador civil estadounidense en Iraq, Paul Bremer, se ha puesto manos a la obra una vez que la ONU ha autorizado la ocupación militar del país. Entre otras medidas ejecutivas, la semana pasada ordenaba la disolución de uno de los ejércitos más potentes de Oriente Medio así como de todos los cuerpos de seguridad. Mientras continúan las detenciones de líderes del régimen del desaparecido Sadam, la vida sigue en Iraq.

"La Autoridad Civil provisional tiene previsto fundar, en un futuro próximo, nuevos organismos iraquíes de seguridad, como primer paso para el establecimiento de una nueva fuerza de defensa del Irak libre" en el marco de unas acciones que "forman parte de una vigorosa campaña con la que se quiere demostrar al pueblo iraquí que el régimen de Sadam Husein ha desaparecido definitivamente y nunca más regresará". Así dictaba el documento que emitía Paul Bremer la semana pasada y con el que pretende poner punto y final a una etapa en la historia del debilitado país. El administrador estadounidense anunciaba además que con el ejército desaparecían al mismo tiempo el antiguo Ministerio de Defensa y la Guardia Republicana, el cuerpo de elite encargado de la seguridad del dictador caído. Con respecto a la nueva situación que se crea, el comunicado señalaba que los nuevos organismos de seguridad estarán "bajo control civil y serán profesionales, apolíticos, efectivos militarmente y representativos de todos los iraquíes". En efecto, la mayoría serán oficiales que no hayan tenido ningún tipo de relación con el Baaz. Además de todo esto, Bremer ha decretado el fin del "servicio militar obligatorio, expropia las propiedades de las Fuerzas Armadas, que pasan a manos de la Administración Civil, y cesa a todos sus empleados, a los que se les pagará el sueldo del último mes". Los esfuerzos de la coalición por que Iraq se recupere de las heridas del pasado acabaron una vez más con la detención de una de las 55 cartas de una baraja que ya anda bastante coja. En concreto, las fuerzas estadounidenses capturaron en el oeste de Bagdad a Aziz Saleh al-Noaman, número 17 de la baraja y ex gobernador en Kerbala y Nayaf. Con él, son ya 25 los líderes en manos de la coalición. En medio de todo el intento de reconstrucción de Iraq, el general Franks, quien dirigió la invasión anglo-estadounidense, anunciaba su dimisión. En julio acaba su mandato al frente del Mando Central de las Fuerzas Armadas de EE.UU. y ha decidido alejarse del Ejército a pesar de las ofertas que le han hecho. Y todo en la misma semana en la que otro de los grandes en este conflicto, Ari Fischler, el portavoz de la Casa Blanca, anunciaba que también se retira porque no aguanta los micrófonos y prefiere volver a "los documentos y las redacciones".