Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

FÚTBOL

El Oporto reverdece laureles

Por Roberto J. MadrigalTiempo de lectura2 min
Deportes21-05-2003

La Copa de la UEFA, a pesar de las permanentes críticas sobre su rentabilidad económica para los equipos, se consolida merced a unas finales presididas por la emoción y el espectáculo. Después del Alavés y el Liverpool, del Feyenoord y el Borussia de Dortmund, le llegó el turno al Oporto y al Celtic de Glasgow, que no defraudaron.

Sevilla fue testigo de la ambición de dos equipos ganadores, Celtic y Oporto, que depararon una final trepidante, de poder a poder, resuelta por 3-2 a favor de los portugueses. José Mourinho, después de su experiencia como ayudante de Louis Van Gaal en el Barcelona, se doctoró con un gran título, el primero del club dragón desde 1987. El Oporto fue dejando en la cuneta al Polonia de Varsovia, al Austria de Viena, al Lens, al Denizlispor turco, al Panathinaikos y a un renacido Lazio, que logró un gran resultado, a pesar de la grave crisis económica del club romano. El Celtic se las vio con el Suduva lituano, el Blackburn Rovers, el Celta de Vigo, el Stuttgart, el Liverpool y el Boavista El nivel de la competición quedó plasmado en el repaso que se llevaron los equipos procedentes de la primera fase de la Liga de Campeones. El Liverpool fue el mejor del lote, pero hincó la rodilla en cuartos de final contra el Celtic, un equipo que demostró su carácter tremendamente rocoso y eficaz en los cruces a doble partido. El Auxerre y el AEK fueron los únicos capaces de pasar la tercera ronda, una trampa en la que se quedaron el Lens, el Olympique de Lyon, el Brujas y el Dinamo de Kiev, además de los otros dos franceses –el París Saint Germain y el Girondins de Burdeos–, el Schalke 04 alemán y el Leeds United. Las primeras rondas, sin embargo, siguen siendo más un fastidio que otra cosa para los favoritos, que se las ven con equipos sin nada que perder. Así le pasó al Parma, campeón en 1995 y 1999, que salió vapuleado de su visita al Wisla de Cracovia, en segunda ronda, lo mismo que el Deportivo Alavés, muy lejos del descaro que le llevó a la final en 2001, que cosechó el peor resultado de un equipo español en mucho tiempo. Otros, como el Partizán de Belgrado, tampoco levantan cabeza: el equipo que entrena Lothar Matthäus eliminó con apuros al Sporting de Lisboa (6-4 en la eliminatoria), pero cayó con estrépito contra el Slavia de Praga. Peor les fue al Glasgow Rangers, al Chievo de Verona y al CSKA de Moscú, eliminados a la primera.