Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

REFUGIADOS

Comienza el goteo de refugiados iraquíes

Por Vicente García GandíaTiempo de lectura2 min
Internacional23-03-2003

Mientras la Comisión Europea, el Consejo de Seguridad y diversas ONG trabajan ya por el futuro más inmediato de todas estas personas, ya son 75.000 las personas que han abandonado sus hogares. Las fronteras con los países limítrofes son los puntos de mayor tensión. La crisis ha comenzado.

No estaba dado ni siquiera el ultimátum pero el lunes pasado, con la desesperanza ante la espera del discurso a la Nación de Bush, comenzaba el drama humano de una guerra psicológica no declarada. Los primeros kurdos e iraquíes huían de Bagdad y otras capitales importantes buscando un lugar seguro a los bombardeos que estaban por llegar. El problema para el pueblo kurdo era claro: no había posibilidad de cruzar la frontera porque además de estar cerrada los militares turcos les esperaban al otro lado de la alambrada. Pero no fue la única valla cerrada. El primer día de la ofensiva, Jordania cerraba sus fronteras a todos aquellos que no tuviesen permiso de residencia jordano o visados para llegar a terceros países. Esperando bajo una tormenta había cerca de 15.000 personas en busca de una vida mejor y mientras, en el interior del país receptor, las Fuerzas de Seguridad reprimían las manifestaciones de los dos millones de exiliados palestinos que viven en Jordania. Al mismo tiempo, en otras zonas del país, se esperaba que llegasen desde 5.000 en el caso de Siria, hasta los 10.000 de Turquía pasando por los 6.000 de Irán. Llegaba entonces el llamamiento del director de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) en Jordania, Peter Kessler, a las autoridades jordanas para que abriesen finalmente sus puertas al éxodo del pueblo iraquí. Chirac ya lo había anunciado: el conflicto estará "cargado de consecuencias para el futuro", entre todas ellas, esta "catástrofe". En este sentido y previsión de lo que está por llegar, la Comisión Europea y numerosos organismos internacionales, entre ellos, el Consejo de Seguridad se ponían a hacer cuentas con la calculadora para ver las partidas que dedicaban al éxodo civil de esta guerra. En palabras del comisario europeo responsable de la Ayuda Humanitaria, Paul Nelson: "pese a que nos encontramos todavía en una fase temprana del conflicto, estamos recibiendo informes de grupos de personas que abandonan los núcleos urbanos en el norte de Irak". Por este motivo, la CE decidía en una reunión de urgencia destinar tres millones de euros para solapar los primeros efectos de una crisis asegurada. Pero no sólo instancias oficiales sino también ONG se han puesto manos a la obra para hacer llegar la máxima ayuda posible a las verdaderas víctimas de esta guerra. En el caso de España, Mensajeros para la Paz e Intermón Oxfam anunciaban junto con muchas otras organizaciones de este tipo sus esfuerzos para paliar las consecuencias de los movimientos civiles. Los principales proyectos se centran en la necesidad de cubrir las necesidades básicas de la población, sobre todo, en campos de refugiados como los de Ruwashid en Jordania, Al Hol en Siria y muchos otros situados en Irán, que empiezan a quedarse sin espacio a pocos días de haber empezado la invasión.