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INFLACIÓN

Los españoles consumen y ahorran menos

Por Ana Romero VicenteTiempo de lectura2 min
Economía18-03-2003

El desarrollo de una economía puede ser bueno o malo. Son las variables macroeconómicas las que tienen una gran responsabilidad sobre esto, y su funcionamiento, por decirlo de alguna forma, tiene la ventaja o desventaja de producir un efecto dominó. Esta semana la variable protagonista ha sido el consumo y, por ende, el ahorro, la demanda, la producción y el empleo.

La encuesta continua sobre presupuestos familiares que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado datos sobre su marcha y el desencadenante que éste ha ocasionado. Que el consumo de las familias se ha frenado es algo que más o menos todos podíamos percibir. Ante los estancados sueldos y la desbocaba crecida de precios de un año hasta ahora, de un cuatro por ciento exactamente, muchas personas no han tenido más remedio que dejar a un lado los caprichos y andarse con cuidado para no hacer peligrar su economía personal. Pero si por un momento se deja de lado la inflación, que por sí misma ya crea suficiente preocupación, los resultados que se obtienen no dejan de ser menos alentadores. Durante el 2002 los españoles aumentaron sus gastos en un 1,2 por ciento, dato que habla por sí mismo si se compara con el gasto del 2001, que creció un 4,58 por ciento respecto al año anterior, mucho más del doble. El dinero que emplearon los españoles en ese periodo fue para alimentos, en un 20 por ciento, aunque también es importante la cantidad que destinaron a bebidas y tabaco. Sin embargo, la inversión de las familias a media escala, la grande es la que se realiza en viviendas, ha sido escasa. Esto se confirma con un dato que, a día de hoy, ha dejado de ser anecdótico: el 70 por ciento de los hogares españoles todavía no tiene un ordenador en casa, según el INE. La encuesta también ha revelado algo que, sobre todo en el último trimestre del 2002, produjo desvelos en muchos hogares españoles: más del 55 por ciento, 7,6 millones de familias, tuvieron dificultades económicas para terminar el mes con sus salarios habituales. ¿Cómo ahorrar así? Imposible lo fue para un 10 por ciento; para más de un 54 por ciento fue ardua tarea, casi a base de hacer malabarismos con sus ingresos. Un 35,4 por ciento reconocía no tener problemas para salvar dinero a fin de mes e incluso destaca un 11 por ciento, que considera que la situación actual es adecuada para seguir comprando sin preocupaciones. Los datos buenos que hacen pensar que el 2003 no será igual son: aumento sostenido del empleo, intereses más bajos que nunca y un crecimiento de la economía española a un ritmo excelente, cercano al dos por ciento. Sin embargo, esto no es suficiente. También queda por ver como influye y evoluciona la economía según lo que acontezca a nivel internacional. Además, hay que tener en cuenta otro aspecto muy ligado a esto, el bursátil. En el 2002, en plena crisis, mermó la riqueza de muchas familias y no hay que dejarse llevar por el todavía demasiado inminente, aunque brillante, funcionamiento de los mercados.