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PAÍS VASCO

Presupuestos vascos, un motivo más para la discordia

Por Cristóbal CabezasTiempo de lectura1 min
España19-01-2003

La oposición al Gobierno vasco tenía bloqueado el debate sobre los presupuestos mediante la táctica de no presentarse en el Parlamento vasco. Impedían así el quórum necesario para comenzar la discusión. Batasuna rompió el boicot el 31 de diciembre. Seis miembros de la formación abertzale se sentaron en sus asientos. Después lo harían los componentes del Partido Popular (PP) y del Partido Socialista de Euskadi (PSE).

Todas las enmiendas a la totalidad de los Presupuestos fueron derrotadas gracias al sistema de votación por separado que el presidente del Parlamento vasco, Juan María Atutxa, había impuesto a pesar de las protestas de la oposición. El destino de los más de 5.900 millones de euros de los Presupuestos vascos fue desplazado en el debate por acusaciones entre Gobierno y oposición, que se achacaron utilizar para intereses propios los votos de los diputados de Batasuna, y por acusaciones al Gobierno vasco de pactos secretos con Batasuna para que acudieran al Pleno evitando un nuevo boicot. El presidente del grupo del PP en el Parlamento vasco, Jaime Mayor Oreja, pidió perdón a todas las personas a las que pudo “defraudar”, tras llegar tarde y no poder votar los Presupuestos vascos, aprobados por sorpresa. “No he estado a la altura de las circunstancias, porque tenía que haber estado en mi escaño al comienzo de la sesión”. Por su parte, el portavoz del PSE en la Cámara, Rodolfo Ares, denunció las “triquiñuelas y trampas” de Ibarretxe y del Partido Nacionalista Vasco (PNV) para sacar sus proyectos adelante y pidió que los parlamentarios que no asistieron a la votación diesen una explicación sobre su ausencia. Asimismo, una amplia mayoría de los magistrados del Tribunal Constitucional (TC) ha considerado que la ley aprobada por el Parlamento de Vitoria para 2002 es contraria a la Constitución. Esta ilegalidad del PNV ha sido denunciada por la oposición parlamentaria y expertos constitucionalistas. La sentencia del TC es todo un síntoma del peligroso camino emprendido por el PNV, porque el problema no se reduce a una ley inconstitucional, sino a una forma de entender la actividad política, la dirección de un gobierno y la representación de una sociedad.