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Retrato de un terrorista

Por Cristina CasaresTiempo de lectura1 min
España15-11-2002

José Antonio Urruticoechea Bengoechea, más conocido como Josu Ternera, tiene 51 años y se ha convertido en uno de los hombres más buscados por la justicia. El ex dirigente de la banda terrorista ETA salió de la cárcel el 14 de enero de 2000. Ahora se encuentra en paradero desconocido después de no presentarse ante el Tribunal Supremo por su supuesta participación en atentados terroristas.

Las palabras que pronunció ante el tribunal de París en 1990 aún siguen resonando en la memoria de muchos: "He sido, soy y seré militante de ETA, y estoy orgulloso de ello". Josu Ternera fue el principal dirigente de ETA durante los años 1987 y 1988. En ese periodo de tiempo la banda terrorista cometió 71 asesinatos, entre ellos las once personas que fallecieron por el atentado con coche bomba de la casa cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza. Cinco de las víctimas fueron niños. Tras pasar once años en prisión, siete en cárceles francesas y el resto en España, Josu Ternera fue puesto en libertad a principios del año 2000. Nada más poner un pie en la calle, se incorporó al Parlamento Vasco donde obtuvo el acta de diputado por Euskal Herritarok, la actual ilegalizada Batasuna. Y no sólo eso, sino que dos semanas más tarde participó en la comisión de Derechos Humanos de la Cámara autonómica. Además, aprobó la celebración de un acto de homenaje en agosto de 2001 por los cuatro etarras que murieron el 7 de agosto de 2000 al explotar el coche en el que transportaban dinamita. Finalmente, el homenaje se llevó a cabo y, dos días más tarde, la Fiscalía de la Audiencia Nacional presentó una querella por un posible delito de exaltación del terrorismo. Ternera debía declarar el pasado día 6 de noviembre ante el Tribunal Supremo por su supuesta participación en el atentado de la casa cuartel de Zaragoza, pero ha desaparecido. La última pista es una carta que mandó al Diario Gara, el periódico afín a ETA, en la que anunciaba su intención de no acudir al juicio y calificaba de "farsa" el proceso.