INCOMPATIBILIDADES
El Congreso autoriza a 53 diputados ocupar cargos en compañías privadas
Por Cristóbal Cabezas
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España31-10-2002
Sólo dos, del Partido Popular (PP), renunciaron a su actividad privada: Francisco Antonio González Pérez (en una empresa de seguridad) y Fernando López-Amor (en una inmobiliaria). Lo hicieron pese a que, como establece la ley, habían logrado autorización expresa del Congreso. Con la actual legislación no hay forma de comprobar si los diputados cumplen la Ley Electoral sobre incompatibilidades.
En todos los casos menos en uno, la Comisión del Estatuto del Diputado acordó por unanimidad conceder la compatibilidad a los solicitantes. La oposición sólo se opuso, sin éxito, en el caso del diputado Luis Gámir, que compaginaba el escaño con la presidencia del Consejo Consultivo de Privatizaciones. Los casos de Fernando López-Amor (ponente de la Ley del Suelo y a la vez asesor de una inmobiliaria privada) y Francisco Antonio González Pérez (asesor de una empresa de seguridad y vocal de la Comisión de Interior) no son distintos a otras decenas de casos de parlamentarios que han solicitado a lo largo de la legislatura compatibilidad con tareas privadas. No es extraño, entonces, que a ningún miembro de la Comisión del Estatuto del Diputado le llamara la atención el informe favorable realizado por el letrado de esa comisión. "Aquí lo único incompatible de verdad es la docencia", indica un miembro de esta comisión formada por seis diputados. Esta consideración la formula un tanto escandalizado. En efecto, los diputados no pueden dar clase en centros públicos y sí se les autoriza a hacer alguna actividad académica sin recibir remuneración. Y lo hacen. Los diputados que son profesores de universidad imparten seminarios y dirigen cursos de doctorado esporádicamente de forma gratuita. Ahora bien, no hay problema para que tengan abiertos sus despachos de abogados, asesoren a empresas o pertenezcan a consejos de administración. Este era el caso de López-Amor y González Pérez.