DEFENSOR DEL PUEBLO

Soledad Becerril renuncia al cargo de Defensora del Pueblo

Por Luis Artola3 min

España06-06-2017

Soledad Becerril ha decidido dar por finalizada su etapa como Defensora del Pueblo. La política ha permanecido durante cinco años como máximo cargo de la Alta Institución desde que accediera mediante consenso del PP con el PSOE. Becerril, con una larga trayectoria política ligada primero a UCD y, posteriormente al PP, ha sido diputada por Sevilla en el Congreso durante cinco legislaturas y una en el Senado. Desde la oposición mantienen la necesidad de elegir un nuevo Defensor independiente de cualquier grupo político.

La Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, ha decidido renunciar al cargo que detentaba tras cinco años, desde 2012. Los rumores que circulaban por el entorno de Becerril y a través del propio organismo, se han confirmado finalmente. La ex diputada del PP ha convocado una rueda de prensa este martes en la sede de la organización para anunciar su marcha como máximo cargo de dicha institución. En sus declaraciones ha admitido que “acabo aquí mi tiempo como Defensora del Pueblo”. Becerril ha añadido que "ha sido un gran honor haber intentado cumplir con el mandato de la Constitución".

Desde ahora, quien fuera adjunto de la Defensora del Pueblo, Francisco Fernández Marugán, ocupará su puesto, del que el 21 de julio se cumplirían cinco años desde que Becerril se hiciera cargo. Posteriormente, se propondrá en el Congreso de los Diputados un sustituto que deberá ser sometido a aprobación en comisión y después en pleno, según fuentes de la institución. Para ello precisa el acuerdo de tres quintos de las señorías de las Cámaras Alta y Baja.

Soledad Becerril, nacida en Madrid hace 72 años, es licenciada en Filosofía y Letras, especializada en filología inglesa por la Universidad Complutense de Madrid. Ha ejercido como docente en la Universidad de Sevilla y fue fundadora y consejera delegada de la revista informativa de Andalucía, "La Ilustración Regional".

Durante su extensa vida política ha militado en UCD (Unión de Centro Democrático) y, posteriormente, en el Partido Popular. Ya en 1981, en la breve presidencia del Gobierno de Leopoldo Calvo Sotelo, fue titular del Ministerio de Cultura. Su presencia en el Congreso de los Diputados se prolongó durante cinco legislaturas y llegó a ser vicepresidenta de la Cámara Baja. Accedió por primera vez como diputada con UCD en las elecciones generales de 1977. Además, participó en el Senado por Sevilla durante cuatro años.

Durante el período de 1995 a 1999 se erigió como alcaldesa de Sevilla. Después de que su predecesor en el cargo de Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, cesara en el puesto dos años antes, Soledad Becerril fue propuesta como resultado de un consenso entre PP y PSOE ante el riesgo de permanencia del bloqueo institucional instaurado en aquel momento. Asimismo, se propuso a Fernández Marugán como adjunto a la Defensora. Sucedió así a la por entonces "interina" en el máximo cargo, María Luisa Cava de Llano.

Becerril se convirtió así en la primera mujer en estar al frente del Defensor del Pueblo, cuyo nombramiento fue aprobado los días 17 y 18 de julio de 2012 y su toma de posesión el 23 de ese mes. Ha sido el quinto responsable de dicho organismo después del primer nombramiento en 1982 a Joaquín Ruiz-Giménez Cortés tras la aprobación de dicha figura en la Ley Orgánica de 1981.

En la oposición opinan que el próximo elegido para el cargo deberá actuar de forma independiente de los grupos políticos, un profesional de prestigio y con la máxima de la defensa de los derechos humanos. De esta forma, Dolores Galovart, diputada del PSOE y portavoz en la Comisión Mixta considera que "hay que buscar un buen candidato y sin prisa es mejor que una elección rápida", en afirmaciones a Europa Press. Desde Unidos Podemos, la senadora Isabel Mena también ha destacado la independencia y aboga por que sean los ciudadanos los encargados de elegir a la máxima autoridad en la institución.

En Ciudadanos, José Manuel Villegas coincide con estos grupos políticos y considera necesario el máximo consenso entre todos los representantes en el Congreso y Senado así como el de la "opinión pública". Por parte del PP, Rafael Hernando, portavoz del partido en el Congreso entiende que la elección debe contar con el apoyo de la "mayoría absoluta" del Congreso.