AFGANISTÁN
Afganistán vive en guerra desde hace 15 años
Por Jesús Espinosa2 min
Internacional22-05-2016
Afganistán vive una situación política y social delicada. La región es un auténtico caos y los grupos terroristas, lejos de aminorarse, han cobrado importancia en el país. Los talibanes se han hecho contra el control de las ciudades más importantes del país y han logrado victorias desde el punto de vista estratégico. Es la llamada “Guerra de Afganistán” que parece que nunca tiene fin.
La guerra, lejos de acabarse, se ha ido incrementando en los últimos meses. La violencia hoy en Afganistán es más cruel que nunca y las potencias internacionales tienen un importante despliegue en el país. Los talibanes han visto en este despliegue internacional una de las mejores excusas para proseguir con el conflicto armado. Se disputan desde hace años el poder con fuerzas de seguridad afganas y, en ocasiones, logran hacerse con el control de territorios clave. En 2014, por ejemplo, consiguieron hacerse con Kunduz, una de las ciudades más importantes del país.
Desde el Gobierno afgano se ha pedido diálogo con los talibanes, pero no se ha conseguido nada. La muerte del líder histórico talibán, Omar, hizo que las pocas esperanzas de negociación que pudiera haber se desvanecieran en el aire. El hasta hace poco líder de los talibanes, Mansur, había condicionado el diálogo a que las tropas extranjeras abandonaran el país; pero esto no ha sucedido.
La situación militar del país queda de la siguiente manera: la OTAN había cerrado una misión de combate y mantiene a 4.000 efectivos en el territorio bajo la misión “Apoyo Decidido”. El objetivo fundamental es formar y asistir al ejército afgano, que es incapaz en solitario de hacer frente al conflicto. Por su parte, Estados Unidos también mantiene a 9.800 soldados en Afganistán para ayudar el ejército afgano.
Por su parte, en Afganistán también ha cobrado importancia los terroristas del Daesh. Sin embargo, la creciente importancia que había cobrado la organización terrorista en la organización se ha visto aminorada sobre todo a principios de 2016. Durante ese tiempo, un nutrido grupo de jefes del Daesh en Jorasán han vuelto al redil. Estos comprendían Afganistán, Pakistán, India y toda Asia Central. Esta también ha sido una consecuencia de la muerte del ex líder talibán Omar.
Esto ha provocado que el Daesh se haya debilitado en la posición afgana, lo que es una buena noticia para que el conflicto armado pueda encontrar la paz cuanto antes. Sin embargo, las negociaciones todavía son muy débiles y la escalada de la violencia no cesa. Las organizaciones internacionales continúan con sus tropas en la región.