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Aniversario Cela

Cela: el viajero de la Alcarria que no descansa

Por Ana RomeroTiempo de lectura3 min
Cultura17-05-2016

"El viajero está echado, boca arriba, sobre una chaise-longue forrada de cretona. Mira, distraídamente, para el techo y deja volar libre la imaginación, que salta, como una torpe mariposa moribunda, rozando, en leves golpes, las paredes, los muebles, la lámpara encendida." Cien años después de su nacimiento, el viajero, materializado en Camilo José Cela emprende otro recorrido, el de las páginas de los libros que recuerdan su obra.

"La muerte es de una vulgaridad absoluta; todos los nacidos acaban pasando por ella". El autor de Viaje a la Alcarria sin embargo también tuvo que soportar esta "vulgaridad" un día de enero. En 2002, el ganador del Nobel de Literatura emprendía un viaje sin retorno dejando a una familia sin su eje y una herencia literaria que hoy todavía es un referente para los lectores y estudiantes.

Cien años después, recordamos el nacimiento de un hombre, un padre de familia, un escritor, un intelectual, un delator, un galardonado... Cela no solo dejó una lapidaria sentencia sobre la muerte; también habló de la vida, las mujeres amadas o despreciadas, la nación, la política... Sus palabras nunca dejaron indiferente a nadie.

Amado y odiado a partes iguales, solo su hijo puede decir cómo era de verdad el hombre que elaboró el Diccionario secreto; aquel libro sin terminar que recogía las palabras "malsonantes" analizando su uso, su origen, su significado desde un punto de vista perfectamente formal: el lingüístico y literario. Amable contraste de un personaje "tímido" según su descendiente.

Puede que este carácter tímido fuera el que se reflejase en los inicios del protagonista de su novela la familia de Pascual Duarte. Novela que se desarrolla en la Extremadura rural de antes y durante la Guerra Civil Española que narra la historia desde un punto de vista amargo y en primera persona las desgracias de Pascual y su familia. Un relato de crudeza, crueldad y violencia en el que Cela dio lugar a un nuevo género, el tremendismo o arte de narrar explícitamente los aspectos más desagradables de una trama y/o personajes con un lenguaje duro.

Al contrario que el violento protagonista, había un pozo de bondad en el literato. "Era bueno con la gente. Llegaba a casa sin abrigo porque se lo había dado a un hombre necesitado. Pero era un demonio con el poder y las ideologías" asegura su hijo.

Una imagen "diabólica" que le granjeó enemigos: la imagen de Cela censor del régimen. Llegó a hacerse con un puesto en el Cuerpo Policial de Investigación y Vigilancia del Ministerio de la Gobernación del régimen franquista donde trabajó como censor. Dos años después de morir el periódico británico The Guardian en 2004 publicó una acusación contra el ilustre escritor: culpaba al autor de La colmena de haber hecho de espía para Franco y de traicionar en los 60 a escritores e intelectuales disidentes.

El autor recibió premios durante su carrera tan sonados como el Príncipe de Asturias de las Letras en 1987 y el Miguel de Cervantes en 1995. En el día de su octogésimo cumpleaños, en el año 1996 el Rey don Juan Carlos I le concedió el título de Marqués de Iria Flavia. Y sin embargo el premio más importante, aquel que le ha convertido en una leyenda fue, sin duda, fue el premio Nobel de Literatura que recibió en 1989.

Cela sigue viajando en las páginas de sus libros, traducidos y dispersos por el mundo: la Alcarria se le quedó pequeña al escritor.