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LIBERTAD DE PRENSA

Siria, el país más peligroso para ejercer el periodismo

Por Jesús EspinosaTiempo de lectura2 min
Comunicación08-05-2016

Los países en guerra siempre son un peligro para los periodistas. Cubrir los conflictos bélicos acarrea una serie de riesgos que los que tienen que contarlo siempre asumen. Este es el caso, por ejemplo, de los periodistas que están en Siria cubriendo la guerra civil que estalló en 2011. Siria, asimismo, es uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo y es uno de los cinco países con más periodistas encarcelados.

Cubrir las guerras y los conflictos bélicos siempre acarrea riesgos, pero el ejercicio del periodismo es esencial para el mantenimiento de cualquier democracia o para tratar de saber que está ocurriendo en un conflicto bélico. Tras casi un año de secuestro, han sido liberados los periodistas Ángel Sastre, José Manuel López y Antonio Pampliega que fueron secuestrados el pasado 12 de julio en Alepo por Frente Al Nusra, una filial de Al Qaeda en Siria.

Sin embargo, no todos tienen la misma suerte que estos periodistas. Según el balance que hace Reporteros Sin Fronteras, en 2015 los secuestros a periodistas en Siria aumentaron un 35%. Ya son 54 los periodistas que están secuestrados en todo el mundo y 26 los que lo están en Siria.

Siria es el país más peligroso para ejercer el periodistas, puesto que es el país que más periodistas mantiene secuestrados (26). Le siguen de cerca Yemen, con 13; Irak, con 10; y Libia, con 5 periodistas secuestrados. Tan solo la organización del Daesh mantiene retenidos a 18 profesionales de la información.

En España hay otro precedente de periodistas secuestrados en Siria y liberados posteriormente. Es el caso de los periodistas Javier Espinosa, corresponsal de El Mundo; el fotógrafo Ricardo García Vilanova, freelance y Marc Marginedas, que recuperó la libertad días antes de que se cumplieran seis meses de secuestro.

Estos periodistas estuvieron retenidos en Siria durante 194 días. Fueron entregados a militares turcos que posteriormente se pusieron en contacto con las autoridades españolas. Este secuestro fue peculiar porque Espinosa pudo hablar por teléfono con su redacción y confirmar que se encontraba bien. Fueron capturados el 16 de septiembre del año 2014 en Tal Abyad, provincia de Raqqa, cuando trataban de abandonar Siria.

Otros periodistas, sin embargo, no tuvieron tanta suerte. Es el caso del periodista estadounidense James Foley, que fue capturado por el Daesh en el año 2012. Y tras varios años de cautiverio, el grupo terrorista difundió un vídeo donde decapitaba el reportero y amenazaba a Obama “con un baño de sangre”.

Éste es sólo uno de los nombres propios de periodistas que han padecido una suerte fatal en Siria. Otros, afortunadamente, han podido volver a su países de origen y ver a los familias. Todo ello hace a Siria uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo. Sin embargo, cada día siguen llegando corresponsales de todo el mundo para hacer su trabajo y contar la guerra civil que sigue padeciendo el país.