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Medio Ambiente

China en alerta amarilla por la alta contaminación de sus ciudades

Por Sonia de la Cal Tiempo de lectura2 min
Sociedad11-11-2015

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado al gigante asiático del peligro que conlleva la excesiva contaminación de sus ciudades. Los cielos grises suponen un riesgo para todos aquellos ciudadanos que respiran el aire alterado con gases nocivos. Varios estudios han intentado conocer el impacto de este peligro y todos coinciden en que, estar expuesto a la contaminación, provoca un mayor número de casos de cáncer de pulmón, así como problemas respiratorios y enfermedades de corazón.

Un estudio realizado por la Asociación Americana del Corazón considera que China podría reducir las muertes por enfermedades cardiovasculares en un 7,2% y las producidas por infartos en un 2,7%, si lograsen controlar las partículas en suspensión PM 2,5. Se trata de unas partículas de tamaño pequeño y extremadamente nocivas que penetran inmediatamente en los pulmones. El gigante asiático podría conseguir, de este modo, tener un aire más limpio, lo que supondría salvar a 923.000 personas de fallecer por dolencias cardiovasculares en los próximos quince años.

La excesiva polución del aire en el país se explica por el rápido desarrollo económico de China durante los últimos años. En las zonas urbanas afectan mucho los gases que desprenden los motores de los automóviles, así como los emitidos por las industrias, cuyas restricciones en cuanto al tema de la contaminación son poco exigentes.

Por otro lado, el carbón es el mineral más demandado y la principal fuente de energía utilizada por los chinos, entre otras cosas para poner en funcionamiento el sistema de calefacción pública en los meses de invierno. Esto se debe a que es un recurso barato y fácil de extraer, además de abundante. En 2013, el carbón cubrió el 66% de la demanda energética del país.

Desde que la OMS confirmó, ese mismo año, que la contaminación ambiental puede provocar cáncer, se han elaborado estudios que afirman que para mejorar la calidad del aire en las ciudades, los niveles de partículas en suspensión PM 2,5 no tendrían que superar las 10 micras por metro cúbico. En ese supuesto, las muertes por enfermedades de corazón se reducirían hasta en 5,8 millones durante los siguientes quince años.

Sin embargo, la media anual en Pekín alcanza las 86 micras por metro cúbico y la media de todas las áreas urbanas del país es de 62 micras. Además, el problema de la contaminación del aire aumenta con la llegada del frío, cuando el país vive bajo una enorme capa de polución que cubre los cielos de las zonas urbanas. Esto supone que los habitantes que viven en el sur de China tengan una esperanza de vida 5,5 años superior a la de aquellos que viven en las zonas septentrionales del país, según especialistas de China, Israel y EEUU.