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OPERACIÓN TEMPLE

No hubo intención en la excarcelación de ¬El Negro’

Por Mª Jesús TorresTiempo de lectura2 min
España25-07-2002

Los tres jueces que instruían la Operación Temple, Carlos Cezón, Carlos Ollero y Juan José López Ortega, no cometieron prevaricación ni imprudencia cuando las pasadas navidades dejaron en libertad al presunto narcotraficante Carlos Ruiz Santamaría, El Negro. Así ha concluido el Tribunal Supremo en una resolución que viene a archivar el caso y permite que el CGPJ continúe con su expediente disciplinar.

Los magistrados recibieron un informe en el que el psiquiatra de Ruiz Santamaría aseguraba que había un alto grado de probabilidad de que el narco se suicidase si permanecía en la cárcel de Valdemoro. Ante la información, Cezón, Ollero y López Ortega resolvieron que el acusado continuara su tratamiento fuera de la cárcel, otorgándole la libertad bajo fianza, circunstancia que El Negro aprovechó para fugarse. El número dos de la Fiscalía, José María Luzón, presentó la querella contra los tres jueces de la Audiencia Nacional por prevaricación dolosa, pero el Tribunal Supremo ha rechazado la tesis y considera que los magistrados actuaron con el soporte técnico del informe psiquiátrico. Además, en su resolución, el Supremo concluye que no hubo ni intencionalidad ni culpa consciente en los jueces, ya que reaccionaron rápidamente cuando se dieron cuenta del error para frenar la fuga del narco. Este tribunal señala también que los jueces se vieron ante la dificultad de escoger entre eludir el peligro de suicidio del acusado y el riesgo de fuga. "No resulta posible considerar injusta una resolución que opta por asumir un riesgo para salvar el bien jurídico más importante de los que están en conflicto". Los tres magistrados que instruían la Operación Temple podían haber sido suspendidos e incluso expulsados de la carrera judicial. La resolución del Tribunal Supremo parece disipar algunos de estos peligros, sin embargo queda una puerta abierta a la actuación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que ahora puede reanudar el expediente disciplinario que también se tramitó contra ellos por presunta falta muy grave de desatención al dictar una resolución. Este proceso que comenzó el pasado mes de enero se cierra después de seis meses en los que el juicio por la Operación Temple no ha estado exento de polémicas. En este macrojuicio contra el narcotráfico se han visto involucrados jueces, funcionarios y psiquiatras.