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PLATAFORMA DIGITAL

Quiero TV pierde su licencia

Por Cristina Fuertes Tiempo de lectura2 min
Comunicación21-07-2002

Las pérdidas millonarias y la mala gestión de sus accionistas han sumido a la plataforma digital en un descenso continuo hacia el declive. Por ese motivo, tras 15 días sin emitir, el Gobierno le retira su licencia.

El crepúsculo de la primera plataforma terrestre ha sido proclamado por el Gobierno después de permanecer 15 días sin emitir. La licencia del Ministerio de Ciencia y Tecnología expresaba, en el pliego de condiciones, la recesión automática de la concesión, si, tras 15 días, no se había conseguido volver a emitir la programación habitual. Como consecuencias inmediatas, se producirán las pérdidas de 34 millones que Quiero TV depósito como avales para que se le otorgara la primera licencia. Asimismo, esta pérdida millonaria hay que sumarla a la deuda de más de 200 millones de euros, que la plataforma mantiene desde hace meses. Por otro lado, mientras que los accionistas del proyecto digital tienen que afrontar la deuda de cifras desorbitadas, los trabajadores pierden su trabajo, debido al cierre inmediato de Quiero TV. De esta manera, los empleados pierden la esperanza que han sostenido en las múltiples manifestaciones que han hecho frente a distintos Ministerios, con el objetivo de demostrar la pésima gestión que los accionistas han llevado cabo. Por ello, los trabajadores de Quiero TV escribieron una carta a Emilio Botín, presidente de BSCH, a quien le pertenece Auna, la cual posee el 49 por ciento de las acciones. El colectivo de empleados acusa a Auna de despenderse de todo aquello que no fuera rentable. Este hecho suponía "la liquidación de Quiero TV, luego todas las empresas de Auna” que no fueran lo suficientemente rentables, según expresa textualmente la carta que los empleados de Quiero TV han enviado a Botín. No obstante, las inversiones constantes y los ingresos escasos, provocaron que, hace dos meses, el Consejo de Administración tomara una decisión tras el rechazo de una nueva licencia por parte del Gobierno. Por ese motivo, el 30 de junio, Quiero TV se despidió temporalmente de sus abonados, con el fin de reducir costes y conseguir la aprobación de una nueva concesión. Sin embargo, tanto los trabajadores, como los accionistas sabían que el proyecto estaba acabado, debido a las deudas millonarias que representaban una situación insostenible, que provocaría el cierre de la plataforma digital.