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INMIGRACIÓN

Italia endurece su política de inmigración

Por Pablo FernándezTiempo de lectura2 min
Internacional08-06-2002

Los 279 votos contra 203 decidieron el pasado martes que la ley de extranjería italiana seguiera adelante. Según los padres de la norma, Umberto Bossi (líder de la Liga Norte) y Gianfranco Fini (jefe del postfascista Alianza Nacional y vicepresidente del Gobierno), está destinada a impedir con contundencia la entrada ilegal de extranjeros.

La idea del Gobierno de Silvio Berlusconi para lograrlo se centra, en líneas generales, en endurecer la presión sobre todos los inmigrantes que residan en territorio italiano, ya sean clandestinos o estén legalmente establecidos. La nueva ley establece el delito de inmigración y obligará a los inmigrantes legales a registrar sus huellas dactilares ante la Policía para estar controlados. Además, estas mismas personas verán cómo se reduce la validez del permiso de estancia, que ahora deberán renovar cada dos años y no cada tres como establecía la legislación actual, y también tendrán que esperar seis años (no cinco como hasta ahora) de estancia en el país para obtener el permiso definitivo de residencia. La ley, que deberá obtener el visto bueno del Senado, fuerza a los inmigrantes a vivir en situación de permanente inestabilidad y les obligará a caminar por el filo de la navaja durante varios años. Una vez se apruebe, un extranjero que disfrute de un puesto de trabajo en regla puede ser expulsado de Italia si por cualquier circunstancia pierde el empleo, aunque tenga el permiso de estancia vigente. Las medidas son especialmente duras cuando se habla de los extranjeros establecidos de modo clandestino. Aquellos que, habiendo sido ya anteriormente expulsados del país, sean detenidos por la Policía en territorio italiano deberán cumplir de uno a cuatro años de cárcel. Italia no es el único Estado de la Unión Europea (UE) que quiere frenar la inmigración ilegal. Dinamarca y Austria también han adoptado medias -como la necesidad de disponer de contrato de trabajo- para impedir la entrada masiva de ilegales y han impuesto normas para que los no nacionales hablen el idioma de destino en un determinado plazo de tiempo. El Gobierno español también ha anunciado que va a hacer reformas en su Ley de Extranjería. La UE ya se plantea la inmigración incontrolada como el mayor problema al que deben enfrentarse los Quince y busca fórmulas efectivas para luchar contra las mafias que explotan a los inmigrantes que quieren entrar en suelo comunitario.