ANÁLISIS DE INTERNACIONAL

A Fernando Lugo le han hecho la cama

Por Isaac Á. Calvo2 min

Internacional25-06-2012

A Fernando Lugo parece que le han hecho la cama, y no precisamente el servicio de habitaciones de su residencia oficial. El hasta ahora presidente de Paraguay fue destituido a finales de la semana pasada mediante el procedimiento del juicio político. A Lugo le acusan de "mal desempeño del cargo" y tanto el Congreso como el Senado aprobaron la salida del presidente en un proceso que solo duró unas horas. Precisamente, el poco tiempo en que se ha desarrollado todo hace que muchos vean una especie de golpe de Estado encubierto. Aun así, conviene destacar que el juicio político es una herramienta legal en el país y que la mayoría de los senadores votaron a favor de la destitución. El suceso que motivó el juicio político fue el desalojo de unos campesinos que habían ocupado una finca de un terrateniente. Cuando los policías fueron a echarlos, los recibieron violentamente y hubo 17 muertos (entre ellos, seis agentes). Curiosamente, Fernando Lugo intentaba sacar adelante una reforma agraria para redistribuir las tierras (muchas de las cuales fueron entregadas a empresarios y amigos del régimen durante la dictadura conservadora de Alfredo Stroessner, entre 1954 y 1989). Lugo, pese a sus ideas, aplicó la ley y el desalojo fue ordenado por un juez. Visto lo visto, parece que el centro y, especialmente, la derecha le tenían ganas al ya ex presidente paraguayo. Criticaban que Fernando Lugo (de izquierdas, que acabó con 61 años de gobiernos conservadores y que también fue obispo católico antes de dedicarse a la política) fuera permisivo con las ocupaciones en las tierras. Se da la paradoja de que un desalojo que acabó trágicamente ha sido el detonante de la caída del presidente. Lugo debe de estar pensando algo así como "me tachan de ser permisivo con los campesinos y cuando aplico la ley, me destituyen..." Evidentemente, es condenable que un desalojo acabe con muertes porque estas siempre tienen que ser evitadas. Aun así, cuando se dan este tipo de circunstancias, la justicia debe investigar a fondo y con independencia todo lo que ha ocurrido para depurar responsabilidades. Generalmente, cuando hay tantos intereses políticos y económicos en juego, las pesquisas pueden concluir con alguna sorpresa.