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LEY DEL ABORTO

Entra en vigor la nueva ley que despenaliza el aborto y lo convierte en un derecho

Por Silvia Álvarez-BuyllaTiempo de lectura3 min
Sociedad04-07-2010

Cae la natalidad en España, según el último informe del INE, y alrededor de uno de cada cinco embarazos no llegaron a término en 2008. A partir de este lunes entra en vigor la nueva ley del aborto que sustituye el sistema de supuestos por el de plazos lo que significa que la cifra de abortos aumentará mientras tasa de natalidad continuará descendiendo en 2010.

A partir de este lunes queda despenalizado el aborto. La nueva ley permite la interrupción voluntaria del embarazo en las primeras catorce semanas de gestación y hasta la semana 22 si se alegan problemas graves para la madre o para el feto, supuesto al que se acogieron en España el 96 por ciento de las madres que abortaron en 2008. Además, si se descubre que el bebé padece una enfermedad extremadamente grave e incurable se podrá abortar en cualquier semana, siempre y cuando un Comité Clínico lo autorice. Mientras se alerta de que la población española está envejecida y de que la tasa de natalidad ha descendido en el último año, se pone en marcha una ley que facilita que las mujeres no lleven a término su embarazo. Así, si en 2008 una de cada cinco embarazos acabaron en un aborto quirúrgico (más de cien mil), se calcula que en 2015 la cifra ascendería a los 150.000 abortos anuales, por encima de Francia o Reino Unido. Esta norma, que entra en vigor cuando se cumplen 25 años de la aprobación de la primera normativa en 1985, se aprobó el pasado 17 de diciembre en el Congreso con 184 votos a favor y 158 en contra. El respaldo lo obtuvo del PSOE, PNV, ERC-IU-ICV, BNG, Na-Bai y dos diputados de Convergencia (CDC-CIU), que tuvieron libertad de voto. En contra votaron el PP, CC, los cuatro de Unió (UDC-CiU), tres de Convergencia, UPN y UPyD. Sólo hubo una abstención, de la diputada de CIU, Inmaculada Riera. La ley anterior sólo permitía el aborto en determinado supuestos: en casos de grave peligro para la salud física o psíquica de la embarazada; cuando el embarazo fuera consecuencia de un delito de violación, pero siempre dentro de las doce primeras semanas de gestación; y cuando el feto fuera a nacer con graves taras físicas o psíquicas, siempre que el aborto se practicara dentro de las veintidós primeras semanas. Ya con esta ley, España era considerada un paraíso del aborto y muchas mujeres de distintos lugares acudían a abortar a este país. Sin embargo, la nueva ley despenaliza el aborto y da vía libre a que la mujer interrumpa voluntariamente su embarazo. Asimismo, sitúa la mayoría de edad para abortar en los 16 años y permite que las chicas no tengan que informar a sus padres si alegan ser coaccionadas o sufrir violencia familiar. Los médicos se rebelan contra esto último y se niegan a tener la responsabilidad de practicar un aborto a una menor sin tener la autorización de un tutor. “Puede ocurrir que la menor no quiera decirlo a su familia por una cuestión religiosa, el médico lo asume y luego los padres se enteran y lo denuncian. Cuando surjan tres conflictos de este tipo ningún profesional querrá hacerlo”, afirma el responsable de la Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción del Embarazo (ACAI), Santiago Barambio. Además, la Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo entra en vigor sometida a juicio, ya que el PP y el Gobierno de Navarra han pedido ante el Tribunal Constitucional (TC) la suspensión cautelar de 8 de sus artículos por entender que el "aborto libre" es contrario al derecho a la vida, algo que está garantizado por el artículo 15 de la Carta Magna. Los grupos Pro vida tienen la esperanza de que el TC defienda al nasciturus ya que, según ellos, esta nueva ley sería contraria a la Constitución porque no protege debidamente la vida del no nacido. El TC tiene así la última palabra.