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ANÁLISIS DE DEPORTES

Sudáfrica 2010, la última ‘pifia’ de la FIFA

Fotografía
Por Alejandro G. NietoTiempo de lectura2 min
Deportes13-06-2010

Apenas ha echado a rodar el balón en Sudáfrica y ya empieza a olerse que el mayor evento futbolístico del mundo no tendrá, en esta ocasión, el brillo y el esplendor que se espera de tan distinguida cita. La FIFA quiso saldar una cuenta pendiente con África al darle su primer Mundial, y no ha tardado mucho en empezar a arrepentirse de ello. Las dudas que asolaron los meses previos al Mundial, concretamente las referentes a la seguridad, se han convertido rápidamente en realidades. Los atracos y los robos empezaron incluso antes de la inauguración y se han sucedido sin que las fuerzas de seguridad del país hayan dado síntomas de poder prevenir o evitar tales actos delictivos. Afortunadamente, por ahora, no ha habido que lamentar más que la desaparición de bienes materiales, algunos de los cuales se han recuperado. Pero el hecho de que un periodista portugués fuera retenido a punta de pistola mientras le robaban ilustra la seriedad del problema y demuestra que, por desgracia, peores cosas pueden pasar en Sudáfrica. A la falta de seguridad se suman las carencias de ciertas infraestructuras y los problemas de organización que han denunciado muchos de los están viviendo el Mundial en persona. Y lo peor es que, de momento, a todas esas contrariedades externas también hay que añadir el escaso espectáculo que se está viendo en los terrenos de juego. Y mucha culpa de eso la tiene también la FIFA. Cada Mundial los cerebros del máximo organismo futbolístico tratan de introducir un balón más volátil y más fácil de rematar, lo que, en teoría, debiera aumentar el número y la espectacularidad de los goles. Sin embargo, lo único que están logrando es acabar con la carrera de varios porteros y dificultar el juego, pues la mayoría de pases largos o tiros lejanos acaban en la grada. Y por si todo eso no fuera poco, los árbitros aficionados que la FIFA parece rebuscar en países subdesarrollados ya han empezado a hacer de las suyas. Queda un mes de Mundial por delante y está claro que lo mejor está por llegar. Los comienzos siempre son difíciles, pues los nervios siempre juegan malas pasadas (que se lo digan a Argentina, que falló tiros como una escopeta de feria y estuvo a punto de dejarse empatar por Nigeria). Pero los errores de la FIFA ya han empezado a aflorar. Y el primero de ellos ha sido llevar el torneo más prestigioso del mundo del fútbol a un país que no estaba preparado para ello. Ya se sabe que los favores políticos casi siempre se imponen a la lógica a la hora de conceder responsabilidades tan notables como la de acoger un Mundial (ahí está el caso de los Juegos de Londres 2012). Sólo cabe esperar que esta pifia ayude a que los mandatarios del fútbol internacional actúen con mayor responsabilidad a la hora de conceder los próximos torneos.