Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

CATALUÑA

Pujol culmina su obra política fusionando Convergència i Unió

Por Amalia CasadoTiempo de lectura2 min
España31-03-2001

Jordi Pujol se emocionó. A punto estuvo de llorar. La voz le traicionaba. Anunciaba su despedida, la retirada del gobernante español en activo más longevo de la Historia de la democracia en España. Al frente de la Generalitat desde 1980, ha sido el artífice de una forma personal de comprender y abordar la política. A la nueva etapa vital de Pujol le acompaña una nueva etapa para CiU. Los Consejos Nacionales de las dos formaciones que integran la coalición han aprobado convertirse en diciembre en una Federación para constituirse en el 2004 en una única formación política.

“Me siento capaz de volverme a presentar y de hacer lo necesario para ganar y no me siento cansado de hacer de presidente”, les contaba Jordi Pujol a los miembros de Convergencia durante el Congreso Nacional celebrado en Bellaterra. “El candidato será Artur, y lo digo de forma clara por primera vez”. Despejada la menos incógnita de las incógnitas, el presidente de la Generalitat y presidente de Convergència Democrática de Catalunya pasó a explicar los motivos políticos por los que Convergencia y Unió han decidido abrir una nueva etapa en su andadura convirtiéndose en una Federación. El principal es que “Cataluña necesita saber que CiU seguirá como fuerza política” y la federación es un “pacto con Cataluña”. La federación de los dos partidos catalanistas que desde 1980 concurren a las elecciones en coalición tendrá un órgano directivo paritario: tantos representantes de un partido como de otro. El presidente será Jordi Pujol, y tendrá voto de calidad en las decisiones. El secretario general -el número dos de la federación- será Antoni Duran Lleida. Contará con amplios poderes ejecutivos. El candidato a la Presidencia de la Generalitat -es decir, el sucesor de Pujol y rival electoral del candidato socialista, Joan Maragall- será Artur Mas. La federación será una alfombrilla que culmine en una formación política única. Hasta entonces -hasta el 2004- las dos formaciones irán adaptando sus rutinas y trabajos a dinámicas de colaboración más estrechas hasta el punto de compartir sus mismas sedes políticas. Toda fusión conlleva unos costes, y así lo reconocen y aceptan los dirigentes de Convergencia y de Unió. Jordi Petit, un miembro de Unió -el partido de Duran Lleida- consideraba que a su formación le será muy difícil mantener un “perfil político propio” una vez ambos partidos hayan procedido a la fusión. Para Convergencia, los costes se miden en incertidumbre: temen que Duran Lleida, próximo secretario general de la federación, no impulse la suerte de Artur Mas como candidato a President, que, además, ha tenido que renunciar a ocupar cargos orgánicos en la federación para que Unió aceptara a fusión. Las próximas paradas de este tren que lleva a CiU a configurarse en una única formación política serán un Congreso Extraordinario que aprobará definitivamente el pacto de ambas formaciones para la Federación, la modificación de los Estatutos de Convergencia y la designación oficial de Artur Mas como candidato a President.