Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

GRIPE A

El virus continuará creciendo en silencio

Por Rocío Linares RamosTiempo de lectura2 min
Sociedad04-01-2010

El pasado mes de abril comenzó la carrera farmacéutica contra el virus AH1N1 conocido como Gripe A, un mutante de un virus que viene del ganado porcino. Al parecer, desde los primeros días del mes, se había notificado un caso de este virus que no fue investigado.

En cuestión de semanas, comenzaron las lamentaciones después de observar un aumento considerable de neumonías en personas jóvenes. Los primeros 20 muertos fueron de México aunque la contaminación del virus estalló al mismo tiempo en EE.UU. El primer comunicado que se recibe de norteamérica, notifica que no pueden contener su propagación e insinúan que podría tratarse de una epidemia mundial. En apenas una semana las precauciones se extremaron: cierres de colegios, restaurantes, museos, teatros, cancelaciones de vuelos, retenciones en hospitales por posibles contagios y un símbolo: la mascarilla, extendida por toda la población. El temor circulaba más deprisa que el propio virus, aunque iba cobrándose las vidas de personas que compartían la gripe con otras complicaciones y enfermedades. A principios del mes de mayo la economía se resiente. Los descensos por turismo hacen mella unidos a la situación de crisis general. Las soluciones rápidas a la desesperación surgen con las negociaciones de falsos medicamentos mientras aparece la verdadera vacuna, que será escrupulosamente dosificada por su agotamiento. Es partir de aquí cuando se decide reanudar la actividad cotidiana en México. Durante los meses siguientes la suma de muertos ascendía a pesar de ser una época estacional dificultosa para que el virus continuara en el ambiente. Las alertas en los ciudadanos bajaron la guardia y el Gobierno apalabraba créditos para la prevención hasta que las vacunas se pusieron en circulación. Desde gripe porcina a gripe A, desde epidemia mundial hasta pandemia suave llegando incluso a un nivel cinco en la escala de 6 sobre la alerta de pandemia han sido todas las denominaciones que el virus ha recibido. De una manera paralela a esta cronología, los medios bombardean la opinión pública sacando a la luz a diario nuevos casos, nuevas cifras e indicaciones para la prevención. Las portadas que ilustraban los enfermos con mascarillas o la vacuna de la “salvación” atemorizaban a los públicos que interpretaban sus propios síntomas. Toser en un lugar público se convirtió en tabú. El hecho de apellidarse “A” le ha hecho sembrar mayor pánico entre la población mundial, a pesar de tener una tasa de mortalidad que la gripe común. Su rápida propagación ha estado pujada por la presión mediática, aunque ya se sabe, perro ladrador, poco mordedor. Las previsiones sobre su gravedad no se han cumplido. El 2009 se cierra con 271 fallecidos. Un número que ha bajado el ritmo de aumento por los centros sanitarios aunque aún no está controlada la pandemia, según la OMS. Para la población dejará de aparecer como noticia y el Ministerio de Sanidad tranquiliza a la población aunque no baja la guardia.