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UNIÓN EUROPEA

Zapatero se propone acabar con la crisis económica desde la UE

Por Javier M. FandiñoTiempo de lectura2 min
España03-01-2010

Un día puede cambiar la percepción que tienen los ciudadanos sobre la situación de su país. Si bien el 31 de diciembre se daba fin a uno de los años más negros de la economía española, desde el día 1 de enero todo parece esperanza y soluciones a los grandes temores económicos de los españoles.

Con la llegada del 2010, España preside la UE y busca establecer un nuevo modelo económico capaz de acabar con las crisis y fomentar el empleo de una vez por todas. Paradójicamente, será uno de los rezagados en el proceso de recuperación de la eurozona el que guíe al resto a la salvación. Con la llegada del nuevo año, las buenas intenciones invaden la conciencia de todos. Propósitos de cambio que muchas veces se quedan solamente en lo que son, simples intenciones. Con la llegada de España a la Presidencia de la UE, el presidente de Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, confía en guiar a la UE a abandonar la situación de estancamiento económico que reina en la eurozona desde hace más de dos años. La panacea es un nuevo plan económico que pretende crear empleo sostenido durante diez años. Como anunció el presidente de Gobierno en el Pleno del Congreso de los Diputados el pasado 16 de diciembre, la nueva estrategia de crecimiento y empleo 2020 se aprobará durante el mandato español en Europa. Algo más limitado que la anterior Estrategia de Lisboa pero más realista, el nuevo plan recurre a la inversión en I+D, a la reforma del mercado laboral y al respeto del medio ambiente para solucionar los problemas de crecimiento que vive Europa en estos momentos. España quiere resultados, como aseguró el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, y para ello celebrará en febrero una cumbre extraordinaria sobre el empleo en la que se reunirán los distintos jefes de Estado. La aprobación del nuevo plan se espera para el mes de marzo. Asimismo, el Gobierno buscará aplicar de la mejor manera posible el nuevo Tratado de Lisboa, que introducen nuevos cambios institucionales en la UE. Con la aparición de la figura de la Alta Representante para la política exterior de la UE, el nuevo Presidente del Consejo Europeo y el Servicio Europeo de Acción Exterior, el peso del Presidente de turno y del ministro de Asuntos Exteriores no tendrá un protagonismo tan alto como antes. La Moncloa asegura que tendrá, además, otros objetivos como consolidar una “Unión más segura para sus ciudadanos”, reforzar la cooperación judicial y policial, afrontar de manera conjunta “el reto de la inmigración” y luchar por la defensa de los Derechos Humanos. En política internacional, España pretenderá avanzar en las negociaciones para la adhesión a la Unión Europea de Turquía y Croacia, así como mejorar las relaciones con América Latina, EEUU y Caribe fomentando la realización de cumbres internacionales. Por último, en el apartado medioambiental, España intentará superar el batacazo de la cumbre de Copenhague y conseguir reducir las emisiones de CO2, además de lograr el sistema de ayudas para los países más pobres.