CRISIS EN HONDURAS
Los líderes iberoamericanos amparan al ex presidente Zelaya
Por Gema Martínez2 min
Internacional23-09-2009
Manuel Zelaya parece ir ganando adeptos a medida que pasa el tiempo. Si a raíz del golpe de estado del pasado mes de junio la Comunidad Internacional aislaba al gobierno de facto de Micheletti, en su reentré actual viene de la mano de Hugo Chávez, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN, antigua guerrilla de El Salvador y actual partido en el gobierno) y de Luis Inazio Lula da Silva.
El pasado domingo, un avión prestado por el presidente de Venezuela aterrizaba en San Salvador, de él descendía el ex mandatario hondureño y a pie de pista le recibía el diputado del FMLN Sigrido Reyes. Cuando los medios de comunicación preguntaron al presidente salvadoreño qué datos podía aportar sobre la reunión y hacía dónde viajaría Zelaya, éste respondió que lo ignoraba, puesto que desde el golpe de estado se ha distanciado de la postura del ex dirigente de Honduras. Después de su particular vía crucis, Zelaya se apostó en la embajada brasileña de Tegucigalpa. Lula ha exigido a Micheletti que respete tanto el edificio diplomático como al ex mandatario. Además, exigirá ante los jefes de Estado y de Gobierno que se encuentran en Nueva York para la celebración de una Cumbre de Naciones Unidas la inmediata restitución de Zelaya en su cargo. A su vez, la Organización de Estados Americanos también ha mostrado su apoyo al depuesto mandatario hondureño. En Ginebra, donde se celebra actualmente el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, varios de los embajadores de países miembros de la OEA han rechazado al diplomático hondureño, aduciendo que sólo admitirán a un representante del gobierno legítimo de Tegucigalpa, es decir, el de Zelaya. Además, la organización interamericana ha calificado su regreso como todo un acto de valentía. Por otro lado, la secretaria de Estado de la Administración Obama, Hillary Clinton, se reunió con el presidente de Costa Rica, Óscar Arias, quien fue mediador del conflicto hondureño nada más producirse. Clinton ha declarado que es muy importante que “se establezca un canal de comunicación entre el presidente Zelaya y el Gobierno de facto” y ha anunciado que no reconocerá al ganador de las próximas legislativas y que suspenderá parte de la ayuda que envía al país centroamericano, que aunque no fue precisada, se estima en unos 200 millones de dólares. Así, Estados Unidos se posiciona del lado del depuesto presidente cuando en un principio su postura rayaba la ambigüedad tras negarse a retirar a su embajador en la capital hondureña. Al otro lado del Atlántico, la Unión Europea también cierra filas entorno a Zelaya y en una declaración conjunta de sus ministros de Exteriores ha hecho público que tomará medidas restrictivas contra el gobierno de hecho de Micheletti. En ese mismo texto ratifica un pacto propuesto por el presidente costarricense, según el cual, se establecería en Honduras un gobierno de coalición presidido por Zelaya, el adelanto de las elecciones y entre otras medidas, la creación de una comisión de la verdad. A raíz del golpe de Estado, el bloque europeo congeló las ayudas que destinaban al país centroamericano y varios de sus estados miembros llamaron a consultas a sus embajadores. Por su parte, España ha decidido prohibir la entrada de miembros del actual gobierno hondureño.