ORIENTE PRÓXIMO
Obama logra sólo un tímido compromiso en su reunión con Netanyahu
Por Miguel Martorell1 min
Internacional22-09-2009
En la reunión a tres bandas que los líderes de Estados Unidos, Israel y Palestina han mantenido al margen de la cumbre de la ONU en Nueva York, el presidente estadounidense, Barack Obama, sólo ha logrado un tímido compromiso por parte de ambos líderes para el relanzamiento del proceso de paz en la región.
"Hubo un consenso general, incluyendo a la parte palestina, de que el proceso de paz debe ser reanudado lo antes posible, sin precondiciones".´Así ha resumido el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, el encuentro que ha mantenido con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) Mahmoud Abbas y Barack Obama. En lo que supone la primera incursión directa del presidente estadounidense en el eterno conflicto de Oriente Próximo, éste sólo ha logrado tímidos avances que dejan la partida como estaba. Sí ha conseguido que ambos líderes se den la mano sonriendo levemente y que ambos coincidan en lo más evidente, que el proceso de paz, que se ha dejado enfriar demasiado tiempo, debe retomarse cuanto antes. "Las negociaciones permanentes de estatus deben comenzar y comenzar pronto", ha subrayado Obama, que ha añadido que "es tiempo de avanzar" en la solución de un conflicto que ya dura demasiadas décadas. Además, el presidente de Estados Unidos le ha pedido a Israel contención con la construcción de nuevos asentamientos sobre territorio ocupado, algo que, según The Washington Post, Netanyahu abría aceptado a medias. El primer ministro israelí ha cedido en paralizar la construcción de nuevas colonias en Jerusalén Este -donde Palestina quiere situar su futura capital- pero sólo durante un periodo de tiempo que va de los seis a los nueve meses. Una afirmación que contradice la postura mantenida hasta ahora por el Gobierno ultraconservador de Israel, que defiende que Israel tiene derecho a construir colonias en función del "crecimiento natural" de la población. El propio Obama ha dejado entrever el estado de parálisis que viven las conversaciones entre palestinos e israelíes. Lo ha hecho cuando ha admitido que, a pesar de que su equipo trabaja en la solución del conflicto desde su llegada a la Casa Blanca "todavía queda mucho por hacer".