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MEDIO AMBIENTE

Nueve personas fallecieron en menos de un mes atrapadas en las llamas

Por Luis A. LópezTiempo de lectura2 min
Sociedad02-08-2009

El pasado 22 de junio los dos ocupantes del helicóptero que participaba en las labores de extinción de fuegos, en colaboración con el cuerpo de Bomberos de la Generalitat de Cataluña, fallecieron tras sufrir un accidente en la localidad barcelonesa de Mollet del Vallés mientras llevaban agua para reducir las llamas en un incendio de la zona.

Tan solo un mes después, otros cuatro bomberos fallecieron y dos más resultaron gravemente heridos tras quedar atrapados por un cambio de dirección del viento en el Parque Natural de Els Ports, en Tarragona, que arrasó unas 800 hectáreas de terreno. Ambos heridos fueron ingresados de urgencia en la unidad de quemados del Hospital del Vall d´Hebrón de Barcelona, donde días después se confirmó la muerte de uno de ellos con quemaduras de hasta en el 50 por ciento de su cuerpo. En Corbalán (Teruel), el conductor de una motobomba se precipitó con su vehículo por un barranco desde un camino forestal mientras trabajaba en la extinción del fuego. Las otras dos víctimas fueron un capataz de la empresa Tragsa, destinado por la Comunidad de Madrid para ayudar en la extinción del incendio declarado al sur de la provincia de Ávila y un profesor jubilado que, en esta provincia, se vio atrapado en su casa por las llamas. Cada año tienen lugar en España un número considerable de incendios que, en ocasiones y desgraciadamente, vienen acompañados de pérdidas humanas tanto de civiles como de miembros de los equipos de extinción de incendios y del cuerpo de bomberos. Durante 2009, al menos se han registrado en este país 8.429 incendios forestales, según el Ministerio de Medio Ambiente. Además se han quemado 34.506,87 hectáreas de superficie forestal y 25.591 hectáreas de matorral y monte abierto. En 2008, un año atípico pues hubo menos incendios de lo habitual, hubo un total de 7.029 incendios y una superficie forestal calcinada de 33.935,32 hectáreas, así como 25.385,88 hectáreas de matorral y monte abierto quemado. El incendio más trágico registrado en España durante los últimos veinte años tuvo lugar en el municipio de Riba de Saelices (Guadalajara) en julio de 2005, en el que dos agentes medioambientales y nueve miembros de retenes fallecieron mientras trabajaban en las tareas de extinción de un incendio originado por una barbacoa mal apagada. Las llamas devastaron 11.313 hectáreas durante los cinco días que tardó en ser sofocado. Mientras tanto, 1994 se mantiene como el año más trágico por número de víctimas anuales, ya que se cobró la vida de 30 personas, 22 de las cuales fallecieron mientras colaboraban en las tareas de extinción y ocho al verse sorprendidas por el fuego. Por el contrario, los años en los que el fuego se cobró menor número de víctimas fueron 1996 y 2007, periodos ambos en los que sólo una persona murió a consecuencia de incendios.