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TERRORISMO

La banda recurre a la bomba lapa sin llamada de aviso para causar más daño

Por Esteban del PozoTiempo de lectura3 min
España01-08-2009

Sin avisar, con una carga de dinamita muy grande y muy potente, usando una bomba lapa casi invisible, y muy posiblemente activada con un temporizador. Estas son algunas de las características que han tenido los dos atentados consecutivos que ETA ha cometido en Burgos y Mallorca. Todas ellas no suelen ser habituales en la banda, aunque en más de una ocasión, sobre todo en su época más sangrienta y fuerte, sí se ha utilizado.

Lo que más llama la atención de estos asesinatos es que se produce en el supuesto momento de mayor debilidad de la banda. Se habían publicado varios informes sobre la fragilidad de ETA y nunca en la Historia se había detenido a tres jefes de los comandos en tan poco tiempo. Todos los indicadores llevaban al pensamiento de que el final de ETA no estaría demasiado lejos y que sólo la facilidad de los asesinatos con pistola obstaculizaría el camino de la paz. Esto no ha sido sinónimo de relajamiento de la Policía y la Guardia Civil ya que las detenciones de terroristas han sido una constante durante todo el año. El conocimiento exhaustivo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han obligado a cambiar la forma de actuar a los etarras que deseaban dar un golpe de fuerza en su época más débil que además coincidía con su 50 cumpleaños. En primer lugar, destaca que no se avisara de la colocación de las bombas. En los últimos años, ETA solía llamar para informar de la existencia de una bomba en un coche. Unos malos datos, proporcionados a propósito, eran la causa de las principales muertes por un artefacto. La no advertencia de la bomba debajo de la casa cuartel estuvo cerca de provocar una masacre. Sólo un milagro, en forma de la dureza de la infraestructura de la casa, salvó a las docenas de familias que dormían a aquellas horas. No corrieron la misma suerte los dos Guardia Civiles de Mallorca, Saenz de Tejada y Diego Salvá, fallecidos por bomba lapa. Los dos agentes de la benemérita circularon durante un tiempo con el vehículo oficial sin que se activase la bomba. Esto sucedió porque el temporizador estaba activado para liberar el dispositivo de movimiento a partir de una determinada hora de la mañana del jueves. Así los terroristas tendrían un día entero para abandonar la isla de Mallorca sin riesgo de ser detenidos. A pesar de que esta es la primera hipótesis con la que se trabaja, la Policía y la Guardia Civil, están peinando todos los hostales, albergues y posibles pisos francos que ETA podría tener en la provincia mallorquina. Esto lleva a pensar que además del cambio en la forma de actuar también la forma de alojarse ha pillado de sorpresa a la Policía. Tampoco se sabe quién está detrás de estos crímenes, el descabezamiento continuo que ha sufrido ETA a lo largo de estos años impide saber quién ha sido el que ha dado la orden, quién ha colocado la bomba, o quién ha dado el apoyo logístico. La dinamita utilizada tampoco ha sido la habitual. Se cree que se trata de un cargamento robado en Francia, que todavía está por determinar pero que por la explosión y por los cráteres producidos es más potente de lo normal. Además la forma de colocar la bomba lapa al coche también cambió, los habituales imanes dejaron paso a las bridas de plástico. También estaba colocada de una manera que se hacía casi imposible su detección en una rápida comprobación visual. De hecho, en la primera inspección del segundo vehículo estallado en Mallorca, no ofreció ningún resultado, pero un perro del Instituto Armado encendió la luz de alarma, por lo que los agentes insistieron hasta localizarla en los bajos del todoterreno.