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EE.UU.

Obama arremete contra el caos heredado de la ¬era Bush¬

Fotografía
Por Miguel MartorellTiempo de lectura3 min
Internacional23-05-2009

Ha sido uno de los discursos más duros contra la anterior Administración presidida por George W. Bush. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha defendido su intención de dar un giro de 180 grados a la política antiterrorista del anterior presidente y ha criticado el “caos” heredado de Bush, que está obligando a su equipo a dedicar más tiempo a subsanar errores que a nuevas tareas.

Aunque Obama dejó clara su intención de “pasar página” y mirar hacia el futuro en lugar de detenerse en buscar culpables de los errores heredados, el de la semana pasada fue uno de los discursos más críticos y duros que se le recuerdan al nuevo presidente estadounidense sobre la Administración de George W. Bush. El principal motivo de crítica fue la política antiterrorista de los anteriores responsables de la Casa Blanca tras los atentados del 11-S. Obama no descuidó ni siquiera el marco de su discurso, que pronunció frente a un ejemplar de la Constitución estadounidense, con un claro objetivo: subrayar que la lucha contra el terrorismo no puede apartarse del camino de la ley. “Desafortunadamente, al enfrentarse a una amenaza incierta, nuestro Gobierno tomó una serie de decisiones precipitadas. Creo que éstas estuvieron motivadas por un deseo sincero de proteger al pueblo estadounidense, pero también pienso que con demasiada frecuencia se adoptaron basándose en el miedo, más que en la previsión”, destacó. Obama criticó “el silencio” que en torno a las políticas antiterroristas de Bush se generó en todos los ámbitos de la sociedad estadounidense y dejó clara su intención de cambiar las cosas. “Nos hemos desviado del rumbo”, sentenció el presidente estadounidense, que cree que las políticas antiterroristas puestas en marcha no han resultado efectivas. Una parte importante del discurso se centró en Guantánamo, que, a su juicio, creó más terroristas “de los que ayudó a detener”. Y junto a ese limbo legal creado por Bush, el presidente de EE.UU. criticó las técnicas de tortura e interrogatorias aplicadas en ese centro tan denunciado por organizaciones de Derechos Humanos. “Métodos brutales como el ahogamiento simulado minan el Estado de Derecho, nos distancian del resto del planeta, sirven como una herramienta de reclutamiento para los terroristas e incrementan el deseo de nuestros enemigos de luchar contra nosotros, al tiempo que disminuyen la voluntad de otros de colaborar con América”, señaló. En este punto, Obama se comprometió a solucionar “el caos” que ha heredado de la anterior Administración, especialmente en lo referente a Guantánamo. “Eso hace que los miembros del Gobierno deban dedicarle tiempo a ese asunto en lugar de emplearlo en proteger mejor nuestro país”, criticó el presidente, que lleva meses trabajando en el cierre de la prisión en territorio cubano. Detalló el presidente qué hacer con los presos del centro de detención que pretende haber clausurado en 2010. Dividió a los presos en varias categorías: los que por orden judicial serán excarcelados, los que serán juzgados en cortes federales, los que lo serán en tribunales militares reformados por su Administración y los que serán trasladados a otros países. Mención aparte merecen aquellos que han sido considerados como terroristas peligrosos, miembros de Al Qaeda o de los talibanes afganos que representan “un claro peligro para el pueblo estadounidense”. Éstos serán trasladados a centros de máxima seguridad de Estados Unidos, donde se les someterá tanto a una vigilancia judicial como a la del Congreso estadounidense. Por último, Obama resaltó lo difícil de la lucha contra un terrorismo al que no se puede combatir con los métodos tradicionales de guerra. El presidente admitió que no puede descartar otro ataque sobre suelo estadounidense, pero dejó claro que combatirá a Al Qaeda y sus seguidores con firmeza, pero con la ley en la mano.