Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

Un luchador constante contra la dictadura y la hipocresía

Por Tamara García MartínezTiempo de lectura2 min
Cultura19-05-2009

Fiel defensor de su país, el poeta Mario Benedetti ha rechazado siempre la hipocresía política de Uruguay. Hasta su muerte, el pasado 17 de mayo, nunca ha dudado en defender lo que creía justo y lo manifestó sobre todo en todos los géneros literarios que abarcó, poesía, narrativa, y ensayos. El escritor fue siempre un incondicional de la causa uruguaya, luchó contra la hipocresía y protestó abiertamente sobre la dictadura de su país. Por sus posiciones políticas, se exilió en varios países de América de Sur

Mario Benedetti nació el 14 de septiembre de 1920 en Paseo de los Toros, Uruguay. El exilio es una de las partes más destacadas en la biografía de este hombre amable, que nunca tenía una palabra más alta que otra. Al tener que abandonar Uruguay, en 1973, se marcha a Argentina, después a Perú y Cuba, para terminar en España, donde establece unos fuertes lazos con la cultura española que durarán para siempre. Su poesías de amor son célebres. Benedetti amaba escribir para contar historias. Sus relatos captan el significado profundo del amor, el desengaño, la lucha política, la memoria. Son la esencia de la vida cotidiana. Indagó en la maldad y no soportó la traición. Su trabajo consistía en llamar a las cosas por su nombre. Formas simples y llanas. Son méritos que convierten su vida y su obra en ejemplar. No le valieron prendas para condenar la mentira, viniese de donde viniese y la dijera quien la dijese. Mario Benedetti ha sido un hombre comprometido con su tiempo, y por ello fue perseguido. Supo el significado de un doble exilio. Que no es lo mismo que éxodo. Como confesó un día el autor latino,"una cosa es el exilio y otra cosa es el éxodo. En el exilo ponen a uno de patitas en la frontera y el expulsado se va con su nostalgia a cuestas en busca de otra tierra". De este desajuste en su vida Benedetti nunca se olvidaría, y sería un tema recurrente en su obra. Se enfrentó a decretos de busca y captura. Desde la firma por el gobierno de Bordaberry. Denunció las tiranías, sin dejar de escribirle al amor y reclamó derechos de autodeterminación y soberanía para los países que sufren la penetración imperialista. Fue un autor preocupado por el prójimo en todo momento. Defensor de las utopías y la solidaridad, fue querido por el pueblo porque consiguió la interacción con los lectores. Por eso su obra fue traducida a 30 idiomas, sus poemas musicados por cientos de cantautores y su causa publicada en miles de páginas web.