Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

ELECCIONES VASCAS

El PNV se resiste y libra la batalla con el PSE mirando a Madrid

Por Esteban del PozoTiempo de lectura3 min
España08-03-2009

Сomo quieres que te quiera si el quiero que me quiera no me quiere como quiero que me quiera. Además de ser uno de los trabalenguas más conocidos también es de los más enrevesados. Igual de difusos son los posibles pactos para llegar a la Presidencia del Gobierno vasco y las posibles consecuencias que eso tendrá a nivel nacional.

Si alguien pudiese encarnar el anterior dicho español ese sería el PNV, que ganó las elecciones autonómicas pero no con la suficiente mayoría para formar gobierno en solitario o con otras fuerzas nacionalistas o cercanas al sus posiciones. El único camino que le queda al presidente vasco, Juan José Ibarretxe, para mantener la Lehendakaritza sería un pacto con el Partido Socialista. Los socialistas cuentan con el apoyo de los nacionalistas en el Congreso de los Diputados, en Madrid, y por ejemplo los últimos presupuestos salieron adelante gracias al partido que preside Iñigo Urkullu. Si el PSE, como todo hace indicar no presta sus escaños al PNV, este le retiraría su apoyo en el Parlamento y el PSOE tendría que buscar otros apoyos para que se aprueben sus proyectos en lo que resta de legislatura. Así lo manifestó el propio Urkullu, quien amenazó al PSOE con “tomar cartas en el asunto” sobre los apoyos a Zapatero. Este tendría que buscar sus muletas en otras opciones políticas. CIU, todavía dolido por la traición que supuso perder la Generalitat de Cataluña después de prometérsela Zapatero si era la lista más votada, no piensa dar sus escaños al PSOE, por eso la única opción que le queda al partido Zapatero si decide no dar su apoyo al PNV en el País Vasco es contar con los diputados de Izquierda Unida, Izquierda Republicana de Cataluña y el Bloque Nacionalista Gallego, posición que le llevaría a una política más izquierdista o una gran alianza con el Partido Popular, cosa que parece poco muy poco probable.+ El sentimiento de pérdida del Gobierno por parte del PNV es generalizado ya que su propio líder ha manifestado que si al final no lograse gobernar se estaría produciendo un “golpe institucional” ya que no estaría en el poder la lista más votada. Se había hablado de la posibilidad de que el PSE dejase gobernar al PNV si al frente del Gobierno Vasco ponían a una persona con un discurso menos radical, medida que ha quedado totalmente descartada por el líder de los nacionalistas que afirmó que “no sacrificarán” a Ibarretxe por un pacto con el PSE.+ "El PNV no es la religión del País Vasco" Ahora la pelota está en el tejado de Patxi López que les ha recordado a los nacionalistas que “el PNV no es el régimen ni la religión del País Vasco” y que la presidencia vasca es irrenunciable. De sus palabras se entiende que el acuerdo con el PNV es prácticamente imposible y que su intención es liderar el cambio en el País Vasco. Para conseguirlo y de forma más estable, debería contar con los apoyos del Partido Popular, ya no hace falta los de UPyD por llegar el PSE al escaño 25. El PP ha dicho que apoyará el cambio por la libertad, que ayudará a Patxi López para echar al PNV del poder, cambiar la televisión vasca y la educación en las escuelas. Sin embargo, Patxi López todavía no ha aclarado si va a contar con los populares en su Gobierno o si intentará pactar con ellos los cambios que anuncia. La otra posibilidad que les queda al PSE es gobernar en minoría y para cada ley ir pactándola con una formación u otra, cosa que daría muy poca inestabilidad al Gobierno. La apuesta por el cambio que tanto ha repetido le acerca a las posturas del PP.