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CHINA

El Gobierno chino busca cerrar las hostilidades históricas con Taiwán

Fotografía
Por Miguel MartorellTiempo de lectura2 min
Internacional08-03-2009

Desde 1949, cuando se proclamó la República Popular China, Pekín y Taiwán han mantenido unas relaciones tensas marcadas por el enfrentamiento. En los últimos meses, la llegada al poder de un gobierno pro-China en Taiwán ha suavizado la situación y ahora Pekín busca la aproximación a Taiwán y cerrar las hostilidades históricas entre ambos países.

A finales de la década de 1940 estalló la guerra civil en China, conflicto que culminaría en la proclamación de la República Popular China en 1949. Tras ser derrotados por los comunistas, el anterior gobierno de Chiang Kai-shek, líder de los nacionalistas del Kuomingtang, se refugió en Taiwán. Cerca de dos millones de chinos ligados al Kuomingtang emigraron junto al Gobierno a la isla, con la esperanza de poder recuperar el control del continente en algún momento. Sin embargo, ese momento no llegó y Taiwán se convirtió en un país independiente de la China comunista. Desde ese momento, en 1949, las relaciones entre Pekín y Taipei han estado marcadas por una evidente hostilidad. Las proclamas desde Taiwán por una independencia cierta del continente han sido respondidas por parte de China con amenazas de invasión periódicas. Tanto es así, que en abril de 2005 Pekín aprobó la ley antisecesión, un mecanismo que legitima el uso de la fuerza ante cualquier intento de Taiwán por independizarse. Aunque Taipei se manifestó en contra de dicha norma, su retórica independentista se suavizó considerablemente. No obstante, en los últimos meses la tensión entre Taiwán y China ha decrecido. En gran parte, debido a la llegada al poder, en mayo de 2008, del partido del Kuomingtang, favorable a una aproximación al Gobierno chino, después de ocho años de gobierno del Partido Progresista Democrático, partidario de la independencia. Poco a poco, China y Taiwán han dado muestras de su voluntad por cerrar las hostilidades. En diciembre de 2008, se abrieron las líneas aéreas y marítimas entre ambos países por primera vez en 60 años y recientemente China anunció que sus famosos guerreros de Terracota se expondrían temporalmente en la isla. Con este telón de fondo, el primer ministro chino, Wen Jiabao, ante la Asamblea Popular Nacional, anunció la semana pasada que China está preparada “para crear las condiciones necesarias” que pongan fin a las hostilidades definitivamente, e incluso, a “apoyar el desarrollo” de las empresas taiwanesas con sede en China. “China reforzará la cooperación económica con Taiwán para responder colectivamente a la crisis financiera global”, señaló Wen Jiabao, que llamó a reforzar la cooperación entre ambos países en lo que al sector industrial y la agricultura se refiere. En resumen, un llamamiento histórico a la reconciliación de ambas partes. La reacción en Taiwán no se hizo esperar. “La postura oficial es dar prioridad a los acuerdos económicos y mantener la actual situación política, hasta que llegue el momento oportuno”, anunció un portavoz del Gobierno de Taipei, dejando claro que, antes de la cooperación política, va la económica. En cualquier caso, pese al acercamiento de Pekín, China ha aumentado su presupuesto de defensa un 15 por ciento, un poder militar que “será utilizado únicamente para salvaguardar la soberanía y la integridad territorial”, lo que no deja de ser una advertencia contra cualquier aspiración independentista de Taiwán.