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EDUCACIÓN

Bolonia dejará de ser un interrogante en septiembre de 2010

Por Tamara SantosTiempo de lectura2 min
Sociedad07-03-2009

El Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), también conocido como el plan Bolonia, sigue siendo una batalla para muchos, algo aceptado con resignación por otros y en el peor de los casos una gran incógnita.

La Declaración de Bolonia tiene sus inicios en 1999, cuando 29 países de la Unión Europea (UE), deciden iniciar el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) para facilitar la homologación de los títulos en los países integrantes. La Conferencia de Reectores Españoles (CRUE), formada por las 74 personalidades más representativas de las instituciones públicas y privadas, y la Red Universitaria de Asuntos Estudiantiles (Runae) son algunas de las plataformas que se han encargado de difundir en qué consiste exactamente esta iniciativa que dará comienzo el próximo año, en septiembre de 2010. Se trata de una nueva estructura en la enseñanza universitaria, que consiste en tres ciclos diferenciados: grado, máster -que supondrá uno o dos años- y doctorado, que como en la actualidad, seguirá siendo un estudio de investigación. En este nuevo sistema queda por tanto desplazada la división en diplomatura y licenciatura. También tendrá lugar el denominado Crédito Europeo (ECTS), que consiste en la nueva franja horaria de estudio teórico. Será de 25 a 30 horas, y a su vez se tendrá en cuenta el esfuerzo del alumno a través de diversos trabajos que tendrán lugar fuera de clase. Todas las carreras, es decir, los grados, tendrán 240 créditos, lo que supone cuatro años de estudio. En otros países el tiempo académico se reduce a tres años, ya que los jóvenes acuden a la Universidad a una edad más tardía, a los 19 años. El nuevo plan pretende tener en cuenta tanto el estudio como los conocimientos prácticos de los alumnos, por eso serán los protagonistas, para facilitar su incorporación en el mercado laboral. Esto supone una evaluación continuada, aunque se realizarán exámenes en febrero y mayo, y se plantea la posibilidad de hacer las recuperaciones en julio en lugar de septiembre. A pesar de las múltiples quejas por parte de los estudiantes a cerca de la compatibilidad de estudio y trabajo, se abre la posibilidad de un estudio parcial con condiciones. El principal punto de controversia es el de la financiación, ya que se pretende recurrir a la inversión privada, marcando una subida de hasta un 8,2 por ciento del precio del crédito a los alumnos, o la inversión de empresas privadas. Esto conlleva la reducción financiera a las universidades públicas, que pasarían a ser de pago mixto. A pesar de que se ha propuesto una ampliación de las becas, este último punto, junto a la oposición de homologación y otras contradiciones, han despertado el sentimiento de protesta de miles de jóvenes, que no han parado de movilizarse en los últimos meses.