ETA
PP y PSOE vuelven a acusarse del uso partidista del terrorismo
Por Esteban del Pozo3 min
España19-12-2008
El cansancio y la necesidad de conseguir algo producen un sentimiento que se ha conocido con el nombre de espejismo. Estas dos circunstancias eran lo que padecía la sociedad española en su deseo de atisbar un consenso entre las dos principales fuerzas políticas en materia antiterrorista. Y el inicio de la presente legislatura ofreció motivos para la esperanza. Pero las disputas entre populares y socialistas vuelven a apoderarse del debate político. Se acusan mutuamente del uso partidista del terrorismo a raíz de sus diferencias sobre cómo y cuándo se debe expulsar a ANV de los ayuntamientos.
Después del asesinato del empresario Ignacio Uría en Azpeitia, una localidad gobernada por ANV, los partidos se lanzaron a la evacuación de esta formación –ilegalizada en septiembre por el Tribunal Supremo por ser parte de ETA- de los 43 ayuntamientos en los que gobiernan en el País Vasco y Navarra. El fondo lo comparten los partidos mayoritarios pero es en la forma dónde divergen las posturas. Hace una semana ya empezaron los primeros roces entre el PP y el PSOE por la manera de echar de los ayuntamientos a ANV. Los populares piensan que sólo con aplicar la Ley de Bases de Régimen Local bastaría para dar con los proetarras en la calle, sin embargo los socialistas afirman que esto sería un “atajo”, según el ministro de justicia Mariano Fernández Bermejo, y que la mejor opción sería reformar esa Ley. Pero esta estrategia supondría un retraso temporal considerable. En este debate, el propio Bermejo acusó al líder del PP, Mariano Rajoy, de volver "a las andadas", al utilizar "el terrorismo como arma frente al Gobierno". Con el ánimo de no retrasar la expulsión de ANV de las instituciones, Rosa Díez decidió llevar al Congreso la disolución de los ayuntamientos gobernados por este partido. "Se trata de que el Gobierno no tome atajos, de que actúe rectamente, aplique rectamente la ley sin ningún tipo de cálculo y sin ningún tipo de discrecionalidad" afirmó la líder de UPyD. A esta iniciativa se sumó el PP apoyándolo en el Congreso, aunque no fue suficiente. Los votos de PSOE, PNV, CiU y ERC-IU-ICV desmoronaron la propuesta de Rosa Díez. La ruptura, por lo menos en ese momento, del entendimiento entre el PP y el PSOE en materia antiterrorista era un hecho. Las declaraciones posteriores, de algunos dirigentes dentro de esas formaciones vinieron a rubricar lo que se había producido en la Cámara Baja. No sucedió esto con Mariano Rajoy que confesó que en la pasada legislatura "tuvimos serias discrepancias con el Gobierno" pero "en lo que va de legislatura el Gobierno socialista ha rectificado y si lo hace en la buena dirección hay que decirlo". El Presidente del PP siguió insistiendo en el mensaje conciliador y afirmó que él es "partidario del acuerdo y si de lo que se trata es de una proposición no de ley en la que se pide la disolución de los ayuntamientos de ANV votaremos a favor, hasta ahí podríamos llegar". En sintonía muy distinta se mostró la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín. La número tres socialista afirmó que la medida tomada por los populares era “irresponsable e indecente” porque “los líos internos del PP le impidan estar a la altura", Además acusó a Esperanza Aguirre de marcar el “guión" al líder de su partido a la hora de "sembrar dudas" sobre la intención del Ejecutivo de combatir a ETA. Por último Leire Pajín declaró que "el Gobierno llegará tan lejos con ANV como permita la ley", insistiendo en que su objetivo es "disolver ETA" y "actuar contra ETA y contra quienes les apoyan".