CONSUMO
Las mascotas son un mal regalo de Navidad
Por Ana Sellers2 min
Sociedad19-12-2008
A la hora de hacer un regalo en Navidad, muchos optan por las mascotas. Pero hay que tener en cuenta que los animales no son juguetes y requieren una gran responsabilidad. La pérdida de interés hacia la mascota se convierte en la principal causa de abandono.
Los niños son los más dados a incluir mascotas en sus cartas a los Reyes Magos. Sin embargo, pasado un tiempo, éstos se cansan del animal y los padres se ven obligados a ocuparse de él o a abandonarlo. Mucha gente es consciente de esta realidad y, cada año, diferentes asociaciones e instituciones llevan a cabo campañas de concienciación sobre el problema. Una de ellas es la concejalía de Participación, Sanidad y Consumo del Ayuntamiento de El Ejido (Almería). La campaña que lleva a cabo este año tiene por objetivo concienciar de la responsabilidad que se requiere a la hora de regalar una mascota. Los animales no son peluches, no se les puede dejar en una estantería cuando uno se aburre de ellos y necesitan cuidados. El año pasado, la asociación Ecologistas en Acción de Navarra hizo un llamamiento parecido. En España muchos animales son abandonados y esta cifra aumenta cada año. Según un estudio de Affinity, en el 2007, se abandonaron más de 108.000 perros, lo que supone un aumento del 6,3 por ciento con respecto al año anterior. En el caso de los gatos, se abandonaron más de 24.000 casi un 30 por ciento más que en el 2006. En ambos casos, la cifra es elevada y, para el próximo enero, se prevé un número mayor. Además, el mayor índice de abandono se recoge en los meses posteriores a la Navidad. Las mascotas abandonadas que no son devueltas a sus dueños o no se les encuentran un nuevo hogar, son sacrificadas. El pasado año, más de un 16 por ciento de perros fueron abandonados y un 42 por ciento sacrificados. La principal causa de abandono es la falta de interés por el animal. En muchas ocasiones, no se regalan animales domésticos, sino exóticos. En estos casos, suelen desconocerse los cuidados que el animal requiere y se abandona fuera de su hábitat, pudiendo alterar el ecosistema en que se encuentra.