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HISTORIA

Las fotos de un fascista italiano muestran a España en la Guerra Civil

Por Tamara García MartínezTiempo de lectura1 min
Cultura06-11-2008

Wilhelm Schrefler (Merano, 1905- Vipiteno, 1979), luchó como soldado austro-húngaro en la I Guerra Mundial. La derrota le convirtió en ciudadano italiano (tras la anexión del Alto Adige), en 1935 pasó a llamarse Guglielmo Sandri, luchó en Etiopía, y en 1937 se alistó como voluntario del Ejército de Mussolini para luchar contra la República Española. Ahora,Roma acoge en el Instituto Cervantes una exposición fotográfica de un soldado de las tropas fascistas que Mussolini envió a España entre 1936 y 1939, para apoyar al Bando Nacionalista, frente al Republicano.

En su viaje de dos años y medio, recorriendo la península de norte a sur y de este a oeste, recopiló más de 4000 fotografias en las que sorprendentemente a penas aparecen los destrozos de una guerra. El legionario fascista, plasma paisajes y situaciones de la vida cotidiana más humana, siempre con el trasfondo bélico, pero con una sensibilidad especial difícil de explicar proviniendo de un soldado tan experimentado en guerras. Ahora, el Instituto Cervantes de Roma y el Casal Municipal de Arnes (Tarragona), uno de los lugares por los que pasó el soldado, exponen una selección de 100 imágenes. El legionario no sólo ilustra la vida cotidiana en el frente, sino que documenta la masiva y crucial participación del fascismo italiano en la Guerra Civil. La exposición de sus fotos ha sido organizada por Andrea di Michele, archivero de Bolzano e historiador, y narra cronológicamente casi toda la guerra: comienza con la derrota fascista en Guadalajara, continua con la entrada en Burgos y San Sebastián, se detiene en el frente de Aragón y Levante, sube a la batalla del Ebro, refleja la toma de Barcelona y el desfile de la victoria en Madrid, y finaliza con el regreso a casa y el desembarco de los triunfadores en Nápoles. Las fotos se recuperaron de milagro. Según cuenta el archivero de Bolzano, "vivieron en la sombra durante más de medio siglo". Di Michela explica que, "en 1992, una joven de Vipiteno, las encontró en una caja, junto a un cubo de basura, sin ninguna referencia de su autor. La mujer de Sandri acababa de morir, y su casa debió ser desmantelada por el dueño". Años después Di Michela conoció a esa joven que recuperó las fotos y convenció al Archivo Provincial de Bolzano de que comprara los fondos.