GUERRA CIVIL
Garzón y el fiscal tensan su batalla por la causa de las desapariciones
Por Alejandro Requeijo3 min
España25-10-2008
Ambos se miran de reojo como si fuesen dos pilotos de carreras. Tratando de anticiparse siempre al siguiente movimiento del otro para responder con una nueva pirueta, en este caso jurídica. Esta es la batalla que mantienen el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón y su amigo el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza, desde que el magistrado se declaró competente para investigar las 114.000 desapariciones durante la guerra civil y el franquismo.
Garzón considera que debe ser él quien instruya los crímenes de la contienda militar y la dictadura posterior, entre otras cosas, porque todavía no han prescrito -al no haberse encontrado los cuerpos de los fallecidos-. Además estima que los asesinatos perpetrados por el bando nacional formaban parte de un plan perfectamente planificado por las tropas del general Franco contra el Gobierno legítimo de la Republica, es decir, las altas instituciones del Estado cuya defensa corre a cargo de la Audiencia Nacional. Por su parte, desde la Fiscalía se oponen radicalmente al inicio de esta investigación alegando que es el Gobierno por medio de la Ley de Memoria Histórica quien debe tomar la iniciativa y no la Audiencia Nacional. También recuerdan la ley de Amnistía aprobada en 1977 por la Cortes democráticas en la que quedaban amnistiados todos los crímenes cometidos en el pasado por cuestiones políticas. Estas dos visiones se han visto enfrentadas desde el principio en un pulso jurídico entre el juez y el fiscal que comenzó con el anuncio por parte del representante del Ministerio Publico de que recurriría la decisión del juez. La Fiscalía concretaba además que acudiría directamente al denominado recurso de apelación, es decir, directamente al Pleno de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, la instancia superior a Garzón. El juez busca ganar tiempo El procedimiento habitual es que los recursos se presenten en reforma ante el propio juez, pero no suelen prosperar y de ahí el movimiento de la Fiscalía. Sin embargo, Garzón no estaba por la labor de permitir que le vadeasen y realizó su primera pirueta jurídica. Un día después de declararse competente, convertía en sumario la causa y obligaba por ley a la Fiscalía a recurrir ante él. De este modo el juez ganaba tiempo ya que no tendría plazo para responder y ya podría empezar a dar pasos en su investigación. Sin embargo, la Fiscalía hizo caso a omiso a esa cuestión y presentó su recurso ante la Sala de lo Penal directamente. En cualquier caso, y siguiendo el procedimiento habitual, ese recurso primero debe pasar por las manos del juez para que lo traslade a la Sala para que decida. El problema es que el juez, de momento, no ha remitido el recurso, con lo que está retrasando el proceso. Por esta cuestión, la Fiscalía se desmarcó con un movimiento que no tiene precedentes en la historia reciente de la Audiencia Nacional al presentar ante la misma Sala de lo Penal un incidente de competencia en el que insiste en que Garzón no es competente. El mismo día, el juez justificaba su tardanza en dar el traslado del recurso de la Fiscalía explicando que debe ser primero él quien decida sobre la cuestión. La batalla entre ambos está servida. De momento ahora les queda esperar el resultado de ese incidente de competencia que la Sala de lo Penal ya ha empezado a tramitar. Pero seguro que el pulso entre ambos no acabará ahí. Precisamente, la Federación Estatal de Foros por la Memoria ha rechazado iniciar los trabajos de exhumación de fosas comunes a la espera de que se resuelva este contencioso sobre la competencia de Garzón. Las asociaciones consideran que si se declara incompetente al juez, las pruebas de extraídas hasta ese momento no serían tenidas en cuenta para la causa. Ahora el magistrado y las asociaciones que piden la investigación deberán presentar sus alegaciones en contra de la postura de la Fiscalía. Dichas asociaciones ya han asegurado su intención de seguir luchando por que la instrucción siga adelante. No obstante, la Sala no decidirá nada hasta tener en su poder las alegaciones de todas las partes y de momento, las de Garzón se retrasarán unas semanas ya que el magistrado va a ser intervenido quirúrgicamente y estará de baja al menos 15 días.