MÉXICO
México, un país enfermo de violencia
Por J. F. Lamata Molina3 min
Internacional26-10-2008
La situación de México difícilmente podría ser más desalentadora, no por el hecho de que nada mejore sino porque las cosas van a peor. Cada vez son más los ciudadanos de este país que tienen esa sensación, y que LaSemana.es ha podido comprobar. Además, por si la violencia de las bandas y la inseguridad no fueran poco, la crisis económica mundial está destrozando al país.
El padre Reinaldo era claro en lo que se refiere a la situación de la seguridad del país: "En los últimos 15 años ha cambiado para mal". El terror mexicano lo imponen los carteles, cuyas labores vienen a ser muy similares a las de la mafia siciliana, pues junto con el narcotráfico incluyen extorsión vía amenazas telefónicas para pedir dinero o tomarán medidas violentas contra el que se atreva a negarse, en una actitud que no tiene nada que envidiar del impuesto revolucionario de la banda terrorista ETA. "Incluso en la asamblea de sacerdotes un empresario vino a pedirnos ayuda antes que hacer frente a los Zetas", afirma. Los Zetas son el referente del temible cartel del Golfo. Se afirma que son ex militares de elite que pertenecieron a la misma escuela del general Noriega. Inicialmente su centro de operaciones estuvo en Matamaros, pero luego se movieron a Nuevo Laredo, en Tamaulipas. Pero también tienen influencia en Nuevo León, Chihuahua, Coahuila y Michoacán. Por lo general, visten de negro y portan armas de grueso calibre. Según, la Procuraduría General de la República (PGR), Los Zetas eran los responsables de las labores de inteligencia, protección e intimidación en contra de organizaciones rivales de Osiel Cárdenas, presunto líder del Cártel del Golfo. Los carteles han llevado un ambiente de total inseguridad a las calles: "Se camina normal, pero no se anda tranquilo", relata Eustaquio, propietario de una librería. "Lo peor es que los carteles de droga han introducido a su gente en la Policía y en las jefaturas provinciales, lo que les da un gran poder". La crisis económica El estado de México tras la crisis económica es catastrófico. El país tiene básicamente ingresos por tres lados: Petróleo, turismo y la llamada remesa (el dinero que viene de los ciudadanos mexicanos residentes en Estados Unidos, unos 12 millones. Pero con la crisis, el petróleo ha caído a la baja (de 100 dólares a 58), el resurgir de la violencia ha arruinado las perspectivas del turismo en el país y no pueden contar con las remesas porque la mayoría de los mexicanos en EE.UU. ha perdido su trabajo por la crisis económica que también atraviesa ese país. Los mexicanos ven con envidia la situación de Europa. "En Europa tienen una moneda fuerte, en España, al menos si alguien pierde su trabajo tiene ciertos derechos, pero aquí la ley no garantiza nada", comenta el padre Reinaldo. Esa mala situación de los ciudadanos contrasta con los grandes sueldos de los políticos: un mero diputado cobra 120.000 pesos mensuales (8.300 euros). "Aquí no circula dinero, los precios se disparan, he tenido que subir hasta el de las biblias", añade Eustaquio. Las medidas del Gobierno A pesar de todo, el Gobierno de Felipe Calderón ha recibido varios elogios, tras una larga etapa de críticas. Se ha recogido con aceptación el plan de inyectar capital en el país (al mismo estilo que Alemania o la propia España) en contra de la política de crisis durante la pseudodictadura del PRI cuando se limitaban a devaluar la moneda. "Para ser un país del tercer mundo, de momento vamos sobreviviendo". En el plan -y aunque parezca increíble- se han logrado poner de acuerdo los tres principales partidos: PAN, PRI y PRD, aunque en el caso de este último sólo el sector moderado (los radicales de López Obrador -que aún sigue declarándose "presidente legítimo"- se opusieron). En lo que respecta a la lucha contra el crimen y los carteles, el Gobierno de Calderón ha dirigido varios ataques al narcotráfico y ha detenido a varios de sus cabecillas, pero la estrategia es atacar a sus finanzas (depósitos bancarios, empresas, bienes inmuebles). Viene a ser una estrategia similar a la del general Dalla Chiesa en Sicilia, en aquel caso dio resultado, pero el general no pudo verlo, murió asesinado.