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HOMENAJE

Montserrat Caballé cumple 40 años en la música

Por Lola OcañaTiempo de lectura2 min
Cultura07-01-2002

Montserrat Caballé celebró, en “su” Liceo y con la obra Enrique VIII, cuatro décadas dedicadas por entero al mundo de la música. La soprano catalana estuvo rodeada, en ese día tan señalado, por del presidente de la Generalitat, Jordi Pujol; el alcalde de la ciudad, Joan Clos; la ministra de Educación, Pilar del Castillo y, por supuesto, de su marido Bernabé Martí y de su hija Montserrat, entre otros.

Entre las interpretaciones de las óperas Arabella, de Richard Strauss y Enrique VIII de de Camille Saint-Saëns hay 40 años. Cuatro décadas de lucha, trabajo y consagración. La primera la interpretó una joven Montserrat en el coliseo lírico barcelonés el 7 de enero de 1962, la segunda, en el año 2002, en el Liceo. Un lugar emblemático en la carrera de la artista barcelonesa y para el que, según Jordi Pujol, presidente de la Generalitat catalana, en el Liceo la Caballé "siempre será la reina". El teatro barcelonés no dejó pasar esta efeméride y lo festejó con la edición especial de un libro que recoge, de forma esencialmente gráfica, toda la trayectoria de la diva en el coliseo lírico barcelonés. El libro-homenaje lleva el título de Montserrat Caballé, 40 anys al Liceu y le fue entregado a la artista en un homenaje que tuvo como escenario el emblemático Saló dels Miralls. Este acto contó con la asistencia de una nutrida representación del mundo cultural barcelonés y de aficionados a la lírica en general. Este fue el momento que la cantante aprovechó para recordar que cuando ella era una jovencita "estudiaba allá arriba en el Conservatorio y cada vez que me asomaba al balcón del quinto piso pensaba: ´Algún día estaré allá abajo´. Y tuve que recorrer media Europa para conseguirlo". La soprano aprovechó esta intervención para afirmar que "siempre he intentado dar el máximo sobre el escenario". Un propósito que ha cumplido con creces. 1956, en la ópera de Basilea (Suiza), la cantante que interpretaba el papel principal de La Bohème, de Puccini, sufrió una súbita indisposición y la soprano catalana tuvo que sustituirla. El enorme éxito de esta intervención le permitió, a partir de entonces, interpretar papeles de protagonista. Se hizo con un amplio repertorio: Pamina (en La flauta mágica de Mozart), Tosca, de Puccini; y Aida, de Verdi, entre otras. En 1959 cantó Salomé, de Richard Strauss, en la ópera de Viena. Aunque su verdadera carrera internacional comenzó en 1965 en el Carnegie Hall de Nueva York, cuando le ofrecieron sustituir a Marilyn Horne en la ópera de Donizetti Lucrezia Borgia. El resultado fue una de las mayores ovaciones que se recuerdan en dicho teatro neoyorquino. Pero no sólo ha interpretado clásicos, en 1989 se atrevió con Hijo de la Luna, una canción pop del compositor José María Cano que ella adaptó a su registro. En total son 48 óperas en las que Caballé ha cantado 50 personajes diferentes en 205 representaciones y 17 conciertos y recitales, hasta el del pasado 7 de enero.