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INFANCIA

La Fundación ANAR atiende cientos de llamadas por violencia contra menores

Por Leticia PradoTiempo de lectura2 min
Sociedad17-09-2008

La violencia en las aulas o bullying, el maltrato físico y psicológico, el abuso sexual o el abandono son algunas de las formas que adquiere la violencia contra los menores en la sociedad actual. La Fundación de Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo (ANAR) puso en funcionamiento hace 14 años el denominado teléfono del menor, un servicio que intenta escuchar, ayudar y aconsejar a todos los chicos con problemas o en situación de peligro. Una de cada tres llamadas denuncia algún tipo de violencia contra los chicos.

Hogares de acogida, programas de voluntariado, programas de educación, etc, constituyen alguno de los proyectos que la Fundación ANAR ha desarrollado para la protección de la infancia y la adolescencia en sus casi 40 años de actividad. En la década de los noventa, esta ONG decidió poner en marcha una ambiciosa idea que facilitaría una ayuda directa a los menores. Era el teléfono del menor, una línea que ofrece ayuda gratuita, inmediata y confidencial las 24 horas del día y consigue, así, cumplir con el objetivo de la organización. El Informe 2007 sobre la situación de la Infancia y la Adolescencia en España basa sus cifras en las más de 118.000 llamadas que la fundación recibió en 2007. El documento informa que la violencia contra los menores es una de las principales causas de denuncias en el teléfono de la ONG, supone el 33 por ciento de las llamadas. Esta cifra indica que uno de cada tres niños que piden ayuda en la línea de ANAR lo hacen como consecuencia de la violencia en cualquiera de sus formas: bullying, maltrato físico y psicológico, abuso sexual, abandono… Benjamín Ballesteros, director de la organización, afirma que las cifras ratifican la situación violenta en la que viven cientos de niños en España. Ballesteros asegura que la violencia doméstica, la primera de las razones que empujan a realizar la llamada al teléfono del menor con el 16 por ciento de las llamadas, es una consecuencia inmediata de la falta de entendimiento y comunicación entre los menores y sus progenitores. El temor al bullying queda reflejado en el 12,4 por ciento de las llamadas, aunque los adultos ya consideran que la concienciación social sobre su existencia cada vez es mayor. Los abusos sexuales representan el 5’1 por ciento de las denuncias, la mayor parte de ellas realizadas por adultos. En este caso, el director de ANAR recomienda una mayor atención al uso de las nuevas tecnologías: Internet, cámaras web, etc. De todos atentados contra la seguridad del menor pueden surgir los futuros adultos violentos. Por ello, los profesionales que trabajan detrás de las líneas del teléfono de ANAR insisten en la necesidad de formar a los niños en la cultura del diálogo y el “buen trato” para erradicar esta lacra en los próximos años.