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SERBIA

Karadzic, detenido, empieza a pagar la sangre derramada

Fotografía
Por J. F. Lamata MolinaTiempo de lectura2 min
Internacional27-07-2008

Karadzic no se encontraba oculto en ningún bosque ni en ningún convento, como se había rumoreado, estaba ni más ni menos que en la propia capital, Belgrado, donde trabajaba como médico naturalista bajo el seudónimo de Dragan Dabic. Incluso participaba en algunas revistas dedicadas a la vida saludable, los editores de la publicación se echaron las manos a la cabeza cuando les contaron que su articulista era en realidad el "carnicero de Bosnia".

El Gobierno serbio se ha empeñado en reiterar que ha sido una detención suya y no por fuerzas de la OTAN, ni holandesas ni americanas como aseguran los partidarios del genocida. "Lo hicimos sin ayuda de fuera", explicó Vladimir Vukcevic. El español Javier Solana, que ordenó el bombardeo de Serbia cuando era secretario general de la OTAN fue uno de los primeros en celebrarlo: "Es una gran noticia". Solana aseguró que Karadzic tendrá un juicio justo. El estadounidense Richard Holbrooke, planificador de la paz y una de las figuras más odiadas por los ultranacionalistas serbios, afirmó: "Ha sido un auténtico arquitecto del asesinato en masa". La fiscal Carla del Ponte podrá por fin sentarse cara a cara con su objetivo. Del Ponte, que lleva 10 años a la espera de la captura del ex presidente serbobosnio, había asegurado que la detención de Karadzic no se producía por el escaso interés del Gobierno serbio en arrestarlo y había llegado a decir que si Serbia no lo entregaba "iría ella misma a detenerlo". Karadzic había logrado escapar en varias ocasiones de las redadas del Tribunal Penal Internacional, de lo que en la Unión Europea se responsabilizaba al Gobierno serbio. La fuga de Goran Hadzic (probablemente a Bielorrusia) el mismo día en que iba a ser detenido, llevó a muchos a sospechar de que el Gobierno le había prevenido. Igualmente, una operación para detener a Karadzic en un domicilio familiar en 2000 fracasó bajo la misma sospecha. Pero el punto más oscuro fue la fuga del general Ratko Mladic en febrero de 2006 después de que el Gobierno serbio anunciara su inminente detención. Aquello llevó a la Unión Europea a suspender el proceso de integración de Serbia en la UE. Actitud que, probablemente, ha influido para que Belgrado haya intensificado su interés en detener a criminales de guerra al dar con el primero de la lista. El Tribunal de La Haya hasta el momento ha dictado 56 sentencias contra criminales de la que fue la peor guerra en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Tras la muerte de Slobodan Milosevic antes de decretar la sentencia, el proceso a Karadzic pasa a ser el más importante del tribunal, donde ya han sido condenados sus dos máximos colaboradores Krajisnic (a 27 años) y su sucesora Plavsic (a 11 años) y donde en estos momentos están siendo juzgados la mano derecha de Milosevic, Milan Milutinovic y el dirigente ultra Seselj. Los ultras serbios tienen el consuelo de que su mayor enemigo, el ex jefe militar croata, Ante Gotovina, también está siendo juzgado en el citado tribunal. Mientras tanto, los principales fugados de la Justicia internacional, en especial Ratko Mladic, pueden recordar más que nunca aquel dicho de "Cuando las barbas de tu vecino veas pelar..."