TOROS

Adrián Gómez, crónica de un torero parapléjico

Por Almudena Hernández1 min

Espectáculos06-07-2008

Ocurrió el pasado 23 de junio en la plaza de toros de la localidad madrileña de Torrejón de Ardoz. Adrián Gómez, uno de esos hombres trabajadores del mundo del toro, actuaba como banderillero en una novillada. La voltereta acabó con dos vértebras rotas y una carrera frustrada. Habitualmente, Adrián, acompañaba de plaza en plaza a José Pedro Prados El Fundi.

Desgraciadamente, la honorable labor de muchos hombres del toro queda siempre en un segundo plano cuando se trata de lo que hacen los denominados toreros modestos. Por esa misma situación pasan quienes un día optaron por los laureles del triunfo y se iniciaron profesionalmente en el toreo pero que, por circunstancias, después tuvieron que cambiar el vestido de oro por el de plata y pasar a formar parte de la cuadrilla de un matador con más cartel. Este es el caso de Adrián Gómez, un banderillero de 41 años, que para más inri ha visto cómo su carrera acababa definitivamente fruto de una cogida. La noticia apenas ha sobrepasado los círculos taurinos, lejos de los grandes titulares que se ofrecen a los toreros que airean sus intimidades en la prensa rosa y amarilla y de los ríos de tinta vertidos últimamente de vez en cuando ante las gestas tremendistas de José Tomás. Pero esta vez la desgracia se cebó con el casi desconocido Adrián Gómez, y sólo las plumas más sensibles le dedicaron un sentido brindis periodístico, pues la fiesta de los toros es algo más que un cartel de relumbrón. El colectivo taurino, solidario en este tipo de situaciones, seguramente se volcará en la ayuda económica para ayudar a este torero, a su mujer y a sus dos hijos. De momento, la Unión de Picadores y Banderilleros (UNPBE) ha decidido recaudar fondos para tal fin y no sería de extrañar que se organizase algún festival taurino de carácter benéfico.