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TOROS

Resurrección: Aparicio, cogido en Madrid mientras Tomás triunfa en Málaga

Por Almudena HernándezTiempo de lectura1 min
Espectáculos23-03-2008

"Herida por asta de toro en la cara interna del tercio superior del muslo izquierdo con una trayectoria ascendente de 25 centímetros que causa destrozos en el cuadriceps y contusiona elpaquete vásculo-nervioso con espasmo arterial y que alcanza la cara externa a nivel de la cadera izquierda". Así rezaba el parte médico que se colgó en la enfermería de la plaza de Las Ventas el pasado Domingo de Resurrección.

El toro del Puerto de San Lorenzo que abrió plaza había propinado tal paliza a Julio Aparicio, cuando el torero entraba a matar. Tras el percance, la tarde quedó truncada. Sólo Miguel Ángel Perera, que fue ovacionado tras sus faenas, subió un poco el ánimo del respetable en el tercero del festejo y también cuando rivalizó en quites con José Antonio Morante de la Puebla. Este de Madrid, uno de los carteles estrella de la festividad de Pascua, acabó en decepción, especialmente para el torero de la Puebla, en quien muchos aficionados habían depositado su ilusión y que, pese a matar tres toros -uno de ellos por el mencionado percance de Aparicio- llegó a escuchar cómo se le abroncaba desde los tendidos. Sobre el papel también llamaba la atención el cartel confeccionado para el Domingo de Resurrección en Málaga, en el que se anunciaba el deseado José Tomás. El torero de Galapagar no defraudó a los asistentes -se puso el cartel de "No hay billetes"-, a quienes impresionó una vez más con su toreo de quietud y riesgo -fue volteado incluso- e hizo méritos para sumar tres orejas. Junto a Tomás, estuvieron en Málaga Manolo Sánchez, que fue silenciado, y Cayetano Rivera Ordóñez, que escuchó una tibia ovación tras la muerte del último del festejo. Se lidiaron toros de Jandilla. En Sevilla, considerada capital taurina en esta misma fecha del domingo de Pascua, sólo Manuel Jesús El Cid tocó pelo ante un encierro de Zalduendo. Y eso a pesar del rematado cartel que proponía La Maestranza. Sus compañeros de terna, Enrique Ponce y Alejandro Talavante, no pudieron lucirse en sus respectivos lotes y fueron silenciados.