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FÚTBOL

Semana negra en Irán y Ghana

Por Roberto J. MadrigalTiempo de lectura2 min
Deportes09-05-2001

Dos estadios de Irán y Ghana han sido los últimos escenarios de sendas tragedias. El domingo 6 de mayo, el exceso de público hizo derrumbarse una tribuna en un estadio iraní; sólo dos días más tarde, los altercados y la intervención de la Policía ghanesa, que cerró las puertas del estadio de Accra, provocaron otra masacre.

En países casi desconocidos para el gran público, el fútbol también es el deporte rey. Sin embargo, las instalaciones son precarias y no pueden garantizar la seguridad de los espectadores. Así, un partido entre dos de los equipos más importantes del país, el Shamoushak de Sari (una ciudad del norte de Irán) y el Pirouzi de Teherán, suscitó tanto interés como para que al estadio Mottaghi acudiesen 30.000 personas. Su capacidad es de la mitad; si además 1.500 personas se suben al tejado de la tribuna del estadio y las estructuras son anticuadas, éstas no puieron resistir el peso y cayerone sobre el resto de aficionados que ocupaban la grada. Con todo, hubo suerte: sólo un muerto, pero 284 heridos. La peor parte se la llevaron 60.000 los aficionados que presenciaban en Accra, capital de Ghana, el duelo entre el Hearts of Oak (equipo que participará en el próximo Mundialito, que se disputará en España el próximo mes de agosto) y el Kumasi Ashanti Kotoko, dos equipos con una gran rivalidad. Los seguidores del Ashanti comenzaron una algarada cuando el Hearts marcó un gol, arrancando y lanzando numerosos asientos. La respuesta demasiado contundente de la Policía, que lanzó varios botes de humo y gases lacrimógenos, desató el pánico, por lo que el público se lanzó hacia las salidas del estadio de Accra. Pero la Policía las había cerrado por precaución, con lo que las avalanchas de público provocaron la muerte, por asfixia o aplastamiento, de 123 personas, y heridas a otras 93 más. El gobierno del país ha comenzado una investigación para depurar las responsabilidades de la catástrofe. Otras catástrofes Con éstas, ya son cuatro las masacres en los estadios de fútbol desde 1996. El exceso de público, por la venta de entradas falsas, provocó en Guatemala 80 muertos y 150 heridos por una avalancha. Y hacía sólo tres semanas, en Johannesburgo (Suráfrica), también por exceso de aforo, 43 personas murieron y otras 150 resultaron heridas en otra avalancha. Las avalanchas de público son las principales causas de los accidentes en los estadios, por el aplastamiento contra las vallas que muchos de ellos tienen o por no poder salir del estadio. Así ocurrieron las catástrofes más graves, como en Moscú, en 1982 -340 muertos y más de 1.000 heridos-, o Sheffield (Inglaterra), con 95 muertos y 170 heridos. También los altercados y peleas entre grupos de aficionados pueden desencadenar tragedias, como en la final de la Copa de Europa de 1985, que disputaban el Liverpool y el Juventus: 39 muertos y 500 heridos que provocaron la prohibición de la UEFA a los equipos ingleses para participar en competiciones europeas durante cuatro años.